Siguió a los IC a través del
laberinto de oficinas y elevadores. La pirámide parecía infinita, y era apenas
una de cuatro pirámides. No sabía adónde iba, pero no estaba cerca de
estudiantes, eso era seguro. Las oficinas parecían más como laboratorios. Tenían
chips comunes y prototipos montados sobre cristales traslúcidos, rectángulos
que llegaban hasta el techo. Venas anaranjadas salían para todas partes, VX no
entendía nada de eso, pero los científicos parecían entusiasmados, al menos eso
mostraban sus detectores de emociones. IC-101 le mostró la máquina secuencial,
una alargada computadora digital que fácilmente pudo sincronizar a su holopad.
El lugar le era extraño. Había una silla, unos brazos mecánicos y lo que
parecían cañones de láser de detección montados en ángulo alrededor de la
silla. IC-101 le tocó el hombro y por un instante pensó que le habían atrapado,
que su hack no estaba a la altura de lo más avanzado de omnicorp.
- ¿Está listo?
- Sí, todas las secuenciadoras
están en stand-by, esperan órdenes de ésta. La programé como la principal, pero
con excepcionalidad. Es decir, cuando usted me diga haré que las cosas sigan su
curso.
- Bien. Necesito hacerle
preguntas de control, ésta área es restringida.
- Por supuesto.- Se miró el
brazo, seguía en gris.
- ¿Está dispuesto a olvidar todo
lo que verá aquí?, ¿es usted propenso a divulgar secretos?, ¿es propenso a
confiar en personas en metacity con detalles de su verdadera vida?, ¿es
propenso a aceptar sobornos?, ¿en metacity vive una vida con propensión al
riesgo o contacto con hackers?- Lolo contestó cada una de las preguntas con
tranquilidad. El indicador siguió en gris unos segundos. Ésa no era la
respuesta emocional adecuada. Pronto cambió a verde y terminó con el
interrogatorio.- Muy bien, eso es todo. Asegúrese que las cámaras registren
todo.
- Por supuesto.
- Háganlo pasar.- Dijo IC-101. Un
colega llevó a un usuario hasta la silla, le reseteó usando un halo
especializado. No era el halo común de los policías, se trataba de algo más
parecido a un casco de plástico traslúcido con circuitos integrados que
revisaron cada aspecto de su cerebro y de su chip. Los resultados aparecieron
en el holopad de IC-101 y se sintió satisfecho.- Nombre de usuario y nombre en
metacity.
- GH-109, en metacity mi nombre
es Carrina.
- Edad, ocupación y estado de su
vida personal.
- 34 años, en metacity mantengo
una relación inestable con Ambrosía, Travilis y Yarria. Relaciones comerciales.
Soy diseñador de parches y tengo un estudio de fotografía.
- Suficiente. ¿Sabe qué hace
aquí?
- Descarga de software
experimental.- La barra estaba en verde, estaba siendo honesto y no estaba
nervioso. IC-101 manipuló su holopad, activando la de GH-109. El holograma se
activó por sí solo, tenía las manos contra los brazos de la silla metálica.
Apareció, en el holograma, el anuncio de una actualización de software básico.
GH-109 apretó el botón de aceptar. Esperaron unos segundos hasta que la barra
se llenó. El hombre se sintió mareado, su barra de emociones cambió de colores
hasta que finalmente regresó al gris.- Nombre de usuario.
- YH-101, en metacity mi nombre
es Gramaron, soy desinfectante de cloacas.
- ¿Por qué está aquí?
- Porque...- El hombre dudó un
segundo y después, como si recordara algo de pronto pudo contestar la
respuesta.- Porque me solicitaron para una descarga de software experimental.
- Correcto.
IC-101
apretó un botón. Los lásers se activaron, parecían escanear todo su cuerpo.
Brazos mecánicos se extendieron del techo, introdujeron los cables usb a su
sien derecha para comprobar el estado del chip y tras unos análisis de pocos
segundos todo parecía terminado. El sujeto se fue, VX-301 terminó su trabajo,
regresando las secuenciadores a la normalidad y estaba por irse, cuando IC-101
le detuvo. Lolo estaba muerto de los nervios. Habían transformado a esa
persona, habían trasplantado una conciencia diferente en su mente, pero ¿de
dónde había salido esa otra conciencia?, ¿era la primera vez que lo hacían o lo
hacían todo el tiempo? Un rostro, después de todo, es tan bueno como cualquiera.
Incluso en metacity, donde la mayoría modificaba sus skins con programas de
omnicorp. IC-101 insistió en el carácter secreto de la operación, se trataba,
según él, de una rutina de ejercicio para convictos y criminales reincidentes.
Repitió el interrogatorio tres veces, en todas las ocasiones apareció el verde
de la honestidad, mezclado con el naranja de los nervios. IC-101 no esperaba
menos, era entendible que estuviera nervioso, las jeringas en su hardware se
ocuparían de eso en su momento.
VX-301
durmió en las pirámides de IC, junto a todos los demás en su capullo verde.
Apareció en metacity y lo primero que hizo fue vomitar por los nervios. Contactó
con Maika, ella ya había contactado a Carmino. Él estaba dispuesto a llevarles
hasta los hackers astrales, habían demostrado su valor. Manejó un taxi por la
ciudad, evitando los portales.
- Hay reseteos al azar, no me
gustaría correr ese riesgo. Dicen en las calles que estoy caliente como la
lumbre. Tengo a un poli tras mis pasos. Uno no puede ser demasiado cuidadoso.
Descuiden, no queda lejos.
Los
amantes se besaron en todo el trayecto. Las horas se fueron como agua, se
tenían mutuamente y eso bastaba, al menos por el momento. Carmino le subió a la
radio, ingresó un código de skin al auto de propulsión iónica, ahora parecía un
auto lujoso y las ventanas proyectaban una familia acaudalada. Sería más seguro
así. Aterrizó por medio de la computadora en un distrito rojo. Las luces de
neón fueron inundando por las ventanas, el auto regresó a su skin original.
Carmino se asomó, la vida seguía su curso y no parecía haber halcones. Ir a
recogerlos había sido un gran riesgo, pero Tango había insistido. Los amantes
bajaron del auto y cruzaron la calle entre los transeúntes de variadas pieles y
los sospechosos camellos de mods. Los edificios de departamentos eran
altísimos, algunos de más de cien pisos, de rudo cemento y cubiertos de pósters
rebeldes. Los de arriba tenían sus puentes y sus cocheras en forma de balcones.
Carmino llegó a la entrada de uno de los edificio, empujó un tabique, metió un
dedo para identificarse y se abrió una puerta acero que tenía un holograma que
hacía de pared de acero.
La
guarida era un laberinto de pasillos con cables en el techo, computadoras
analógicas en las paredes, viejas pantallas de vidrio repletas de códigos,
botones y viejos switches de acero. Los hackers habían construido todo eso,
estaban ahora en el lugar más bajo del underground. El lugar central era
espacioso, aunque las computadoras, montadas sobre anaqueles ocupaban mucho
espacio. Era un círculo de ladrillos con lámparas rojas de emergencia. No les
veían como hologramas ahora, estaban en carne y hueso. Sentados en cómodos
sillones viejos y rodeados de cajas de madera repletas de armas. Tango, con su
cabello en picos peinado hacia atrás hizo nuevamente las introducciones.
Rumpus, el místico, leía viejos documentos en una computadora portátil de
pantalla de cristal, tenía largos cabellos y playera que cambiaba de color.
Equalas siempre mantenía a mano las armas, por si acaso. Su novio, Tremor
estaba echado en un sillón escribiendo rimas en papel y pluma y dibujando
tranquilamente.
- Se lucieron.- Les dijo Equala
con toda sinceridad. Se quitó el parche y les extendió la mano.
- Eso significa mucho, viniendo
de ella.- Dijo Tango.- Ella trabaja en la computadora central, pone su vida en
riesgo todos los días.
- Sí, hoy más que nunca.- Dijo
Equala, revisando la repetidora, una caja naranja conectada a los cables del
techo y con antenas que captaban las frecuencias de los halcones. No se quitaba
los audífonos por ningún motivo.- RC-201 es un verdadero problema, sabe de
Carmino y estuvo en mi estación de trabajo. No me hizo, al menos creo que no.
- Me interrogó una vez.- Dijo
Lolo.- Casi hace a Maika también. Mira a los ojos, cosa rara en los polis.
- Un vaquero.- Dijo Tremor.-
Vaquero loquero. Me despertó de mi sueño de belleza con su entereza. Un comatoso
menos es muy engorroso.
- Sí, de no haber sido por el
mensaje de Equalas estaríamos comprometidos por completo. No habríamos llegado
a la jubilación.
- No me hablen de eso.- Dijo
Maika, sentándose a un lado de Lolo y enterrándose en su pecho.- No hay
jubilación, te incineran en una nave falsa. No queda nada de ti, ni las
cenizas.
- Lo sabía.- Gritó Tango,
golpeando uno de los anaqueles y tirando algunos discos de láser.
- Vida, muerte, sueño...- Dijo
Rumpus de pronto, fumando una larga pipa que dejaba un humo azul que dibujaba
los rostros de los presentes.- ¿Qué mundo es más real? Yo también he estado en
metacity, enterrado por semanas, Tremor igual. Te hace preguntarte, ¿qué vida
es más real, aquella en la que careces de nombre e identidad o aquella en la
que puedes sentir? Vaya, que la muerte no puede ser muy diferente de ciudad
tres, la pérdida de la personalidad. El alma perdiendo sus rasgos personales,
regresando a la gran conciencia.
- ¿Qué es un alma?- Preguntó
Lolo. Equalas soltó la carcajada.
- Ha leído mucho de esa
filosofía.
- El alma existe en nosotros como
fuerza vital hermano, como el motor de la máquina. Enterrado debajo del ego.
- En cuanto a qué mundo es más
real.- Le cortó Equala con amargura, soltando su pistola de láser y por un instante
dejando los audífonos.- Esa respuesta la conozco demasiado bien.
- ¿A qué te refieres?- Preguntó
Maika.
- El primer hack que diseñamos
era mucho más primitivo. Inhibía toda inyección. La comida una vez por semana
no es suficiente. Es más que eso, no tienen idea del infierno que es mundo tres
sin esos calmantes. La vergüenza de estar desnuda y rociada, como al ganado, al
momento del baño. La comida, como cerdos en cochinero. La absoluta falta de
privacidad con todos mirando tu barra de emociones y esos malditos drones
mirándote en todo instante. Te duele el cuello, el cuerpo entero te duele,
trabajar 23 horas con 59 malditos minutos es un suplicio indescriptible.
Quieres gritar, quieres decirle al mundo que ahí estás, que no eres un maldito
número, un usuario, un uso. Que existes más allá de tu cabeza rapada, más allá
de la misma ropa compartida por todos... Vamos, quieres amigos, quieres hablar,
quieres decir lo que sientes pero no te está permitido ni siquiera una
conversación personal. No, el dolor lo hace real.
- Hace que mi experiencia sea
como nada.- Dijo Lolo.- Apenas una hora offline y ya era un infierno. Estuve
cerca hoy mismo, la pareja de RC-201 estuvo cerca de pescarme.
- Sí, vi que cambiaste tu script.
- Tenía que hacerlo. Vi un
experimento bastante aterrador, cambio de cuerpos.
- Lo sabía, te lo dije.- Reventó
Tremor.- Un rostro es tan bueno como cualquiera, perder cualquier identidad...
Era lógico.
- Los rumores eran reales.- Dijo
Maika.
- Eso no es todo, pude guardar
algunos archivos de video de sus repetidoras educacionales. No tienen sentido,
al menos no para mí.
Cerró
los ojos, se había mandado el mentalink encriptado a sí mismo y ahora lo
mandaba a la computadora de Tango, que conectaba a un cañón de holograma contra
la pared de pósters de rebeldía y lemas contra Omnicorp. Se trataba de un
archivo de video que les dejó helados. El video duraba más de tres días y lo
fueron adelantando. En su mayoría parecían ser edificios y días y noches
comunes y corrientes en la Tierra. Luego podían verse las máquinas de guerra,
los aviones y a lo lejos las bombas. Siguieron acelerando y deteniendo. Se
escuchaban gritos, alarmas e instrucciones militares para que todos
permanecieran juntos y se trasladaran a los búnkers o puntos de extracción más
cercana. El video terminó y todos quedaron sin saber qué decir.
- Memorias, debe ser eso. Crean
memorias.- Dijo Tango.- El siguiente paso, quitar toda individualidad posible.
No sé si sea posible, pero Omnicorp intentará lo que sea para imprimirlos en
masa. Esos años de instrucción son... qué sé yo, cada quien los vivió
diferente. No fueron buenos los míos, nunca me gustaron las figuras de
autoridad, pero me las apañaba.
- Es posible, y la posibilidad se
hará actual.- Intervino Rumpus.- Creo que es hora de iniciarles.
Lolo
y Maika estaban de acuerdo. Lo habían hecho para estar juntos, pero ahora era
más que eso, podían sentirlo. Les mostraron un video del viejo internet llamado
kamikaze, un primitivo avión de guerra, propulsado por hélices que era
derribado y, al caer, se llevaba a tantos como podía. Tango explicó que tenían
un hack para el chip cerebral, algo sencillo y letal. Al momento de reseteo el
chip se calentaba y morían una muerte rápida. La policía no podría sacarles
nada. El paso suicida. Los novios se besaron y aceptaron, sabiendo que estarían
muertos de una manera o de otra si las autoridades descubrían que se amaban y
se rehusaban a ser separados, por embarazo obligado o por la razón que fuera.
Estarían juntos y estaban dispuestos a dar su vida por ello.
- El plano astral es la clave.-
Dijo Rumpus, sentándoles en su cómodo sillón y dejando a un lado su pipa de
humos extraños.- Toda una nueva dimensión.
- ¿Cómo uno de esos programas
dentro de metacity, programas dentro de programas?
- No, nada como eso. Piénsalo
así, ¿cuál es el último, el primero, de los hardware? Tu cerebro, el primero y último de los
software es, y siempre será, tu conciencia, tu mente. El plano astral puede ser
accesible únicamente por la mente. Es como hackear tu cerebro, ir a otra parte.
Hacen lo mismo para traerte a metacity. Los antiguos lo descubrieron, esos
malditos genios. Pensaban sobre el pensar mismo, imagínate ese viaje hermano.
Tú hablas de programas sobre programas, pero hasta las aventuras eróticas que
te venden los camellos son el mismo metacity con reglas añadidas y nada más. Yo
hablo de una realidad aparte, un mundo aparte.
- Imposible Rumpus.- Dijo
Equala.- La ciudad se repite, tú lo sabes. No tiene frontera porque si viajas
al sur por días llegas al extremo más al norte, lo mismo en cualquier
dirección. Incluso hoy que la agrandan, será lo mismo.
- No.- Dijo Tango,
pensativamente.- Hay espacios digitales que quedan vacíos. Glitches que
congelan toda actividad digital en un área. Podríamos construir un software en
ese espacio vacío, algo como una casa. Lo hemos visto antes, cerca de los
portales de teletransportación.
- La goetia hermano, eran
códigos, eran como chips que metías en tu cerebro que alteraban el hardware,
reacomodaban las neuronas. Una conciencia encima de la conciencia.
- Incluso si tuvieras esas
claves, esos códigos,- Dijo Maika.- ¿cómo lo digitalizas? Metacity es, ante
todo, un espacio digitalizado.
- Sí...- Dijo Rumpus. Usó su
computadora personal, la conectó al proyector de hologramas y mostró todas las
láminas de la goetia. Nadie más que él parecía entenderlas.- Pero quizás el
software ya está en ti, en tu mente. Algo que Omnicorp no puede tocar, al menos
no aún. Si Tango puede hacernos un espacio, lo podremos intentar.
- Hoy agrandarán la ciudad, es
nuestra mejor oportunidad.- Concluyó Tango.- Tremor, carga con todo lo
necesario, Carmino nos llevará. Equala, tú lleva las armas. Espero no tener que
usarlas, pero uno nunca sabe. He trabajado en el software para hacer una casa,
desde los diseños hasta el último maldito ladrillo y cada una de sus
porosidades... Uno de mis hobbies, además de mi anterior empleo en metacity.
Puedo descargar el programa cuando el sistema entre en shock por el software
añadido, por todas esas hectáreas y lo que van en ellas. Una excelente
oportunidad.
Carmino
encontró la manera de meter a todos, y a todo el equipo necesario, dentro de su
auto. Usando sus scanners se alejaron de los halcones, no necesitaban más
complicaciones. Los amantes se miraron a los ojos, sin decir nada.
Entrecruzaron sus manos. Tremor cantó un poema de amor de la vieja internet,
pero no le prestaban atención. Estaban unidos ahora en una aventura que
definiría vidas que carecían de definición hasta antes de conocerse. Lejos
estaba ya la ansiedad de buscar emociones, pues habían encontrado algo real.
Los
avisos de Omnicorp estaban por todas partes, más hectáreas serían añadidas en
cuestión de horas. El portal de teletransportación estaba en rojo, demasiada
información estaba siendo transferida. Tango sacó sus proyectores, pequeños
cañones de láser que reprodujeron una computadora holográfica y descargó su
archivo de casa. La casa se materializó lentamente, centímetro a centímetro al
principio, conforme la barra de estado iba aumentando. Metacity sufrió un
apagón generalizado que duró dos segundos. La casa se actualizó, ahora empezaba
a existir. Entraron rápidamente, la vida en metacity seguía su rutina
escandalosa. El lugar no era muy grande, tenía algunos muebles y nada más. No
necesitaban de mucho. La pared frente a ellos tenía extraños símbolos mágicos,
unas estrellas formadas por líneas, unas curvas que hacían palabras en lenguas
desconocidas y cuadrados dentro de círculos, que estaban dentro de cuadrados.
El diseñó impresionó a Lolo y a Maika, quienes nunca habían visto una forma
artística que no se produjera por Omnicorp, o bajo alguna de sus licencias.
Tocaban ahora un terreno arcano y antiquísimo.
- Más vale que funcione.- Dijo
Rumpus, marcando el suelo con una tiza. Los extraños símbolos quedaron marcados
y se agachó de rodillas en el medio. Todos le miraron, pegados contra la
puerta. No sabían si el lugar estallaría, si nada pasaría o si todo metacity
dejaría de existir.
La
pared del fondo pareció moverse. Los círculos resplandecieron de dorado, como
las palabras en forma de curvas y los cuadrados se hicieron de dorado
brillante. Les pareció más como un mecanismo mágico y pronto una distorsión
inexplicable ocurrió. La computadora de Tango no la reportó, pues estaba más
allá de la digitalización, era algo tan real como metacity pero absolutamente
irreal. La pared pareció sumirse, como expandirse hacia atrás sin jalar al
resto de la casa. Se expandió en su centro yendo hacia atrás y una potente y
brillante luz inundó todo. La luz bajó de intensidad y se encontraron con que
la pared de ladrillos había dejado de existir. Había ahora una salida a un
majestuoso bosque. Salieron, la computadora de Tango seguía marcando que
estaban en la casa, sin importar qué tantos metros caminaran sobre el pasto. El
lugar era tan real como ciudad tres. Maika podía notar la diferencia entre el
pasto 1.0 y el pasto real, había detalles, texturas que no podían reproducirse
digitalmente. Corrieron todos juntos hacia un río, el agua era fresca y les
sabía deliciosa, no se parecía en nada al agua embotellada de Omnicorp, con
aditivos y suplementos. A lo lejos podían ver la entrada a la casa, que ahora
parecía una cueva.
- Es... Inexplicable.- Dijo
Equalas.- Digitalmente hablando estamos allá, en esa casa, pero a la vez
estamos a metros de distancia de metacity.
- No.- Dijo Tremor.- Metros, eso
ya no existe. No estamos a metros de distancia de un programa de computadora,
estamos a regiones de distancia. A mundos de distancia. A dimensiones de
distancia. Éste es el verdadero mundo de los sueños.
- Es hermoso, incluso si no sé lo
que es.- Maika abrazó a Lolo y sobre ellos se formaron anémonas de luz que
flotaron por el aire, soltando chispazos que caían sobre todos. Miraron hacia
arriba mientras la anémonas dejaban de existir.
- El arte de soñar.- Concluyó
Rumpus.- Hemos descubierto el arte de soñar, Arsonis.
- ¿Qué tamaño tiene?- Preguntó
Carmino.- ¿El doble que metacity?
- Ja, infinitamente más grande y
completamente fuera del control de Omnicorp. Una dimensión que siempre ha existido,
auténtica como ciudad tres, pero paralela de alguna forma, autónoma. Y no había
sido visitada desde el último hombre natural, desde mucho antes de la guerra
que casi extingue a nuestra especie. ¿Habría quedado Arsonis de haber
desaparecido todos?
- Suficiente filosofía.- Dijo
Tango.- Haces que mi cabeza gire. Quiero saber de dónde salieron esas anémonas.
- Y yo quisiera saber si podemos
crear algo autónomo.- Dijo Rumpus, con un brillo especial en sus ojos.
Los navegantes oníricos corrieron entre los
valles, las colinas y las cavernas. Sabían que era el mejor escondite de todos.
Sabían que era el descubrimiento más asombroso en la historia, y apenas
raspaban la superficie. Rumpus demostró lo que se podía hacer. Se concentró y
formó un castillo modificando el suelo y los árboles. Todo parecía posible,
explicó, si se concentraban. Únicamente Tremor entendió cómo hacerlo y les
explicó que no tenía diferencia con construir un código, era la misma zona
mental de calma y absoluta concentración.
- Lo que Omnicorp más teme, por
eso las drogas, por eso la locura contagiosa de metacity.
- Yo me tengo que ir.- Dijo
Carmino.- Pero créanme, estaré de vuelta.
- ¿Y los novios?- Preguntó
Equala.
- Déjalos.- Le dijo Tremor,
besándola.- Deja que tengan su momento.
Lolo
y Maika caminaron por Arsonis, escalando algunas colinas rocosas. Maika se
cortó con una piedra, le dolía pero el dolor era real y de alguna forma eso le
agradaba. Tomados de la mano se miraron a los ojos, la enorme catarata detrás
de ellos comenzó a funcionar al revés, el agua subía en vez de bajar.
Súbitamente el agua flotó como en grandes globos mientras se besaban. Se
lanzaron a las hierbas y apasionadamente hicieron el amor. Lo hicieron lento,
riendo y disfrutando. El mundo a su alrededor no dejaba de cambiar. Anémonas de
luz y extrañas amebas en el espacio nocturno se unían para formar colores
desconocidos. Terminaron agotados y riendo.
- Eso fue increíble, quiero
decir...
- Te entiendo, nada que ver con
esos bares vulgares, fue tan real como si estuviéramos en ciudad tres. Claro,
allá nos matarían y aquí... ¿Aquí hay autoridad alguna?
- Sólo nuestra imaginación.
Quizás Rumpus tenga razón, quizás la conciencia sea el software más poderoso de
todo y la mejor arma contra Omnicorp.- Lolo tomó un puñado de tierra y lo tiró
sobre sus cuerpos. Se sentía real, pues era real. Gusanos de tierra se
deslizaban entre sus cuerpos.- Es tan hermoso, ¿la vieja Tierra habrá sido así?
- Yo creo que sí. Una lástima lo
que pasó, ahora vivimos bajo bóvedas de acero y ojos que constantemente te
miran sin mirarte.
- Yo te miro.
- No Lolo, tú me observas, es
diferente. Esas cámaras son tan frías, ellas no observan. Las computadoras no
observan, miran y calculan. Esto, Arsonis, es a esa maldita computadora central
lo que una calculadora sencilla es a un holopad de última generación. No, es
más que eso. Es lo que un foco es al sol.- Un frío viento sopló sobre ellos y
los soñadores crearon fuego a su alrededor, un aro lejano para calentarse.- Yo
me quedaría aquí contigo para siempre.
- Creo que eso haremos Maika,
incluso cuando despertemos, nuestras mentes siempre estarán aquí, en este
preciso instante. Esto lo hace todo real.
El
apagón generalizado en metacity no había preocupado a los IC, se esperaban
incluso hasta tres segundos. Los RC, por otra parte, existían para preocuparse.
La mayoría veía las nuevas hectáreas. La gran mayoría de los edificios,
mansiones y rieles ya existían, pero había una maraña de obreros digitales
terminando los detalles, afinando los códigos fuentes. RC-201 y 202 lo miraban
todo desde el balcón de un lujoso hotel. La vista era espectacular, como
millones de focos encendidos, un río de luces por los autos y, del lado de la
nueva adición a metacity, una vida que parecía surgir de un pantano de oscuridad.
RC-201, sin embargo, tenía la mente en otras cosas y su nariz enterrada en su
computadora.
- Este glitch... Los astrales.
- Vamos, tú y tus astrales.
- ¿Y el comatoso?
- Está bien, está bien, no digo
que no existan, ¿pero qué razón hay para pensar que los hackers que perseguimos
están detrás de todo esto?
- Mira.- Le mostró la pantalla de
plasma. En metacity, un ambiente digitalizado, no podían llevar su hardware,
pero aún así sus cómodas computadoras portátiles estaban sincronizadas a sus
holopads.- Metacity se expandió por mil hectáreas, eso haría una computadora,
lo haría un número exacto. El último escaneo generalizado de proporción,
realizado por la red de ferrocarriles aéreos tiene otro número. Mil hectáreas y
cuarenta metros. ¿De dónde salieron esos cuarenta metros cúbicos de
construcción?
- Ésa es una buena pregunta 201.
Imposible registrar toda la ciudad, pero si tus locos están metidos en esto
deberíamos buscar repetidores de baja potencia que hayan estado en línea al
momento del apagón. O al menos antes y después. No puede haber tantos
repetidores ilegales.
- Cientos.
- Bueno, sí, pero ¿cuántos de
ellos son detectados en áreas nuevas durante los minutos previos al apagón?
- Buena pregunta.- RC-201
consultó la computadora portátil, había al menos una docena.
Se
subieron a su halcón y coordinaron fuerzas. Efectuaron ataques estratégicos
sobre todos los hackers conocidos y sus repetidoras piratas. RC-201 no se
cansaba de ladrar órdenes, nada de matar, los quería a todos vivos y
medianamente sanos. Quería interrogarlos a todos. Irrumpieron en una casa de
diseñador, el dueño era un hacker que se hacía pasar por hombre de negocios.
RC-201 le persiguió entre los maniquíes con ropa con el sello de Omnicorp hasta
una trastienda. Lo pateó tan fuerte que reventó el muro falso. Disparó su
phobetor contra los hackers que quemaban todo. El diseñador huyó por una
ventana, tratando de colgarse de los cables, pero 201 le jaló de una pierna y
le azotó contra el marco de la ventana. Con el rifle apuntando al único otro
hacker que quedaba sin sufrir pesadillas le interrogó con su bota sobre su
cabeza.
- Los astrales, ¿dónde? Dime
dónde está el edificio.
- No sé de qué me hablas.
- No juegues conmigo, tienes
créditos suficientes para pagarle a camellos como Carmino y a los hackers
astrales. Una vez más.- Le mostró una granada de delirio y le quitó el pin de
seguridad. Le dejó ir, quitándole la bota, para luego patearlo en un costado.-
¿Dónde los encuentro?
- No lo sé.
- Lo siento chico, simplemente no
era tu día.- Le lanzó la granada de delirio al hacker, la explosión aturdió a
todos y el joven hacker comenzó a convulsionarse y gritar. RC-201 sacó otra
granada y se la mostró al diseñador.- Última oportunidad, la pondré en tu boca.
- Está bien, está bien. Carmino,
sé dónde podría estar. Venta importante por los puertos de pescados para los
restaurantes. Sector T-N, la cuadricula 23. Debería estar ahí ésta noche.
- ¡201!- Su compañero le empujó
hasta el agujero en la pared falsa.- ¿Te has vuelto loco?
- Sé dónde estará. Los tenemos
202.
- Creo que disfrutas esto
demasiado.
- ¿Por qué crees que lo hago?- Se
guardó la granada y sonrió.- Arresta al sospechoso, no quiero que avise a
Carmino que vamos tras él.
- Eres como un perro 201, una vez
que tienes un hueso no lo sueltas nunca.- Dijo RC-202 mientras reseteaba al
diseñador, le esposaba y lo llevaba al halcón, que les esperaba flotando, con
sus puertas de mariposas abiertas.- Yo tenía uno, se agarraba siempre mis
pantuflas, no las soltaba.
- ¿Y qué paso?
- Una vez me mordió la mano y le
puse un tiro. Cuidado vaquero, ciudad tres no es nada como esto. Estás en la
cuerda floja de por sí, demasiadas reprimendas en tu archivo.
- Este es el caso 202, lo puedo
sentir.
El
mercado de peces estaba en el piso 38, en una plataforma de madera donde se
compraba el software de pescados y se vendía a los restauranteros más
exclusivos que no se contentaban con comprar la comida ya hecha. Muchos de los
restauranteros necesitaban licencias falsas, tenía sentido que Carmino estuviese
allí. Los halcones descendieron en heliopuertos cercanos. Un par de policías se
quedaron en el mercado, de civil. RC-201 se hacía pasar por cliente, con un
largo abrigo que le cubría la mitad de la cara, una gorra de cuero y lentes de
pantallas iridiscentes. Los oficiales no se molestaron en ver las fotografías
de Carmino. En metacity cualquiera podía adoptar la piel que quisiera, podría
aparecer como una mujer vestida de látex rojo, o quizás como un hombre sin
rostro, aún así, tendría que hacer su movida y sus transacciones, según
rumores, siempre eran millonarias, de modo que eso reducía la cantidad de
sospechosos. Mantuvieron sus vistas en los restauranteros. Se comunicaban por
radios enterrados en sus oídos, iban sacando vínculos usuario-oníricos de cada
uno de los clientes con lásers de alta precisión a un techo de distancia.
Tenían al menos dos con infracciones menores.
Un
hombre de apariencia común, con camisa de colores y pelo verde se acercó a uno
de los sospechosos. Sostenía un disco láser en la mano, le tenían. RC-201 no
esperó órdenes, ni emitió ninguna. Lanzó una granada de delirio y comenzó a
disparar su rifle phobetor. Su intuición era la correcta, todos se tirarían al
suelo al escuchar el estallido, todos menos el camello astral. Carmino corrió
por la plataforma de madera, evitando las descargas amarillas de los phobetor.
Saltó a un techo cercano de una de las naves surtidoras. RC-201 consiguió
dispararle con la mordelona. El bastón disparó el hocico metálico, convirtiendo
su lámpara en una lámpara. Carmino se lanzó del camión flotante un par de pisos
hasta el techo de una bodega, reventando los cristales y cayendo sobre la
comida. Huyó entre las tiendas, escuchando los chiflidos de la policía y el
zumbido de los drones. Llegó al otro extremo, pero ahí estaba RC-201, quien se
había dejado caer a un balcón. Se agachó a tiempo, el phobetor le dio un
onírico inocente. Se deslizó por el suelo, disparando alocadamente su pistola
láser, reventando los cristales y las señales de neón.
Llegó
hasta las escaleras y se lanzó de piso en piso, brincándose los rieles y
estrellándose contra la gente, que gritaba muerta de miedo al verle brillar
como una lámpara. Sabía que todo el complejo estaría rodeado así que entró a un
piso disparando, noqueando a varios policías. Los elevadores se abrieron sintió
el bastonazo en el estómago y cuando trató disparar su arma RC-201 le soltó un
rodillazo a la nariz que se la reventó. Cayó de espaldas, su mano
desesperadamente buscando su arma. RC-201 la pateó lejos y puso el cañón de su
phobetor en su cara, esperando a su compañero y a los refuerzos.
- Hola, de nuevo. Buena movida la
del otro día.
- Maldito cerdo omnicorp, haz lo
que quieras.
- Eso me gustaría, pero me basta
con respuestas. ¿Quiénes son los astrales y qué planean?, ¿dónde está el
edificio añadido?- Carmino le miró con temor.- Sí, sé de eso, soy bueno en mi
trabajo.
- No diré nada, adelante,
dispara.- Carmino fue cambiando de skins conforme la mordelona perdía efecto.
202 le levantó de un empujón y le puso contra la pared, preparando su halo. Un
policía pasó su láser verde de reconocimiento con su sien derecha.
- Es un FG, o eso pretende, está
corrupto.
- No importa, el reseteo nos dirá
todo lo que tenemos que saber.
- ¿Crees que me asusta?
- No, dejaremos que la
computadora nos diga hasta cada uno de tus pasos por los últimos diez años, tú
quédate tranquilo.- 202 le puso el halo, Carmino escupió al suelo.
- Kamikaze, hijo de perra.
- Hazlo.- Dijo RC-201. Su
compañero activó el halo y Carmino cayó muerto.
- Pero, no entiendo, no hay nada
malo con mi halo, estoy seguro.
- Un hack en el cerebro, en el
chip. No sé que sea eso de kamikaze, a eso se debió referir.- RC-201 revisó
entre los bolsillos de sus amplios pantalones de cuero y encontró varias
unidades pequeñas, tarjetas de usb.
- ¿Algo más que quieras destruir
hoy, RC-201?
- Sí, tenemos que ir a uno de
esos lugares de aventura, correr estos software piratas.
- Si sabes que nuestros
superiores saben ahora mismo lo que haces, ¿no es cierto?
- Si tengo razón, me perdonarán.
- ¿Y si no?
- ¿Qué hiciste tú con tu perro?
Abordaron
un halcón y dejaron atrás a los oficiales de menor rango para que lidiaran con
los usuarios oníricos, los heridos y la destrucción. Estacionaron en el aire,
un puente se formó para dejarles entrar. Los lugares, como “Sueños lúcidos 3.4”
estaban al borde de la legalidad. Programas dentro de programas. Experiencias
registradas en la mente que se hacían pasar por aventuras en metacity. Todos
esos lugares vendían las aventuras de Omnicorp, pero los clientes con el dinero
de verdad iban por algo de sexo, venganza y violencia. El encargado sabía que
no tenía otra opción. Llevó a RC-201 hasta un cubículo cerrado. Se acomodó en
el sillón de rodillos y trató de relajarse, colocando las tarjetas de USB, una
por una. La mayoría eran porquerías pornográficas que valían muy poco.
Encontró, sin embargo, una simulación de bajísimo presupuesto. Era apenas algo
de video y música. Un sujeto, de largos cabellos, playera que cambiaba de color
y una pipa extraña hablaba al son de una música tranquila. RC-201 tomó nota,
pero conforme el discurso avanzó dejó las notas a un lado y simplemente se dejó
llevar.
- Y nos preguntamos sobre el
siguiente paso evolutivo.- Decía Rumpus, tranquilamente.- Chango a hombre, ¿hombre
a máquina? Eso pensaban en el viejo internet. ¿Ahora es posible? Tenemos
hardware añadido al brazo, ¿ya somos máquinas? La pregunta es más que retórica.
Los antiguos humanos cruzaban las vacas con machos de buenos genes, de modo que
las vacas fueron genéticamente manipuladas desde antes de la escritura. Las
gallinas y todos los animales de ganado lo mismo. Las plantas también, el maíz
antiguo y el de siglos después eran cepas genéticamente diferentes.
Radicalmente diferentes. ¿Y si un hombre del siglo XX hubiese viajado al siglo
I y comido algo de carne y bebido algo? Se habría enfermado probablemente, pero
también a la inversa, pues sabemos que las enfermedades del siglo XX eran
diferentes a las de otros siglos. Todo eso dice la vieja internet. Químicos en
el aire existían desde antes de la gran guerra, comidas transgénicas,
televisores, computadoras, redes sociales y dispositivos electrónicos de
comunicación, trabajo, desplazamiento y entretenimiento. El hombre ya era una
máquina. Ya lo es ahora. La verdadera pregunta es, ¿cómo se vería un hombre
natural? Sin aditivos, sin químicos, sin nada de eso. ¿Y si el Hombre hubiese
evolucionado por sí solo, sin que él mismo se autoimpusiera toda esta
tecnología que tergiversó su desarrolló? Las maravillas de las que aquella
conciencia sería capaz de hacer son un enigma... por ahora. No en Arsonis, el
plano astral, si tengo razón y este plano dimensional existe podemos buscar
allí al Hombre natural. Al Hombre como debió haber sido. Un mundo sin
computadoras, sin Omnicorp, infinitamente vasto, infinitamente capaz de ser
modificado por las técnicas de los primeros hackers, los magos que practicaban
la goetia. El cerebro es el hardware natural, superior a cualquier computadora,
incluso la central. La mente, la conciencia, el software más adelantado,
irremplazable. ¿Cómo sería una conciencia natural? Arsonis es el futuro.
Piénsenlo, ¿qué tanto de ustedes es realmente suyo y qué tanto son las
máquinas, el modo de ver el mundo impuesto por las autoridades mecanizadas y por
las porquerías que nos inyectamos? Piénsenlo.
El
video terminó y RC-201 se quedó en su lugar, sin saber qué pensar. Hizo algunas
notas adicionales, distraídamente. Tenía finalmente la respuesta, como el
significado de astral, de goetia, de los extraños símbolos y la demencial
misión de estos hackers peligrosos dispuestos al suicidio. RC-202 tocó la
puerta luego de una hora y media. Temía que su compañero estuviese perdido en
alguna sexual aventura con quince esclavas sexuales mientras masacraba a sus superiores
con un cuchillo. Le encontró en la oscuridad, a solas, reflexionando. Pensó que
era un alivio verle así, había estado fuera de control desde hacía tiempo.
- ¿Qué tanto es nuestro?-
Preguntó finalmente.
- Vamos 201, no querrás despertar
aquí mañana, rodeado de pervertidos. Vamos a Central.
- Mañana, tenemos que ir a ver a
IC-101. Lo tenemos 202, Rumpus, astral, Carmino, goetia, arsonis... Tenemos que
unir las piezas antes que sea demasiado tarde.
A
primera hora de la madrugada visitaron a IC-101, quien inspeccionó el archivo y
quedó meditabundo por unos segundos. RC-201 había recibido varios correos
urgentes de sus superiores que había decidido ignorar. IC-101 era su única
salvación, si la amenaza era real entonces RC-180 no podría decirle nada. Se
acomodaron en sus sillas metálicas por quinta vez, aunque era imposible. IC-101
dejó que su mirada vagara por la pequeña ventana de su oficina. Las pirámides
se alzaban hasta más allá de horizonte, todas iguales, todas eficientes.
- Es peor de lo que inicialmente
pensábamos.- RC-201 suspiró aliviado, su medidor de emociones pasó de nervioso
a relajado.- Si este tal Rumpus tuviese acceso a una dimensión onírica que no
sea digitalizada, sería infinita, incontrolable.
- Yo no entiendo eso del hombre
máquina y el hombre natural.- Dijo RC-202. Señaló su hardware, las jeringas
debajo de su holopad que por el momento estaba apagado en un azul oscuro.-
¿Este loco quiere que nos enfermemos?, ¿cuándo fue la última gripe, en A-J?
- No, antes, A-B.
- Exacto. Y míranos, somos diez
veces más rápidos, fuertes, eficientes y capaces que nuestros antepasados. ¿De
qué se queja?
- Organismo.- Aventuró RC-201.-
Creo que antepone la noción de organismo a la de máquina... Qué sé yo, he
estado demasiado tiempo en metacity y a veces mi mente vaga en círculos.
Filosofía, como usted lo dijo, IC-101, uno de los vicios que destruyó al mundo.
- Precisamente, y podría hacerlo
de nuevo. RC-201 tiene razón, este loco y su pandilla separan organismo de
máquina, pero es una separación muy... ¿cuál es la palabra? A riesgo de sonar
filosófico, es una separación falsa. Todo organismo busca la eficiencia, la
adaptación y evolución. Todo proceso mecánico busca lo mismo. Nuestra vida
digitalizada es una extensión de esa adaptación natural. Lo que estos locos
dicen es que Omnicorp, la computadora central, debe ser reemplazada por el caos
del viejo mundo. Informaré a sus superiores, RC-201, de la gravedad de la
situación.
- Gracias.- Dijo RC-201,
gratamente aliviado. Esperaron a IC-101, quien mandaba mensajes por mentalink,
con los ojos cerrados. Eventualmente los abrió y suspiró, estaba nervioso, se
veía en su barra de emociones, pero nadie diría nada. Tras la última regañada,
RC-201 no se atrevía a verle a la cara para medir sus reacciones. Dejaría eso
para metacity de ahora en adelante.
- Eso del plano astral, ¿si no es
una zona digitalizada, cómo se puede entrar?
- Una excelente pregunta, RC-202.
Mi intuición es que cualquier punto puede servir de puerta, si estos hackers
astrales entienden de este nuevo... mundo por llamarlo de alguna forma,
podríamos tener portales en cualquier puerta, o cualquier ventana. Vamos,
inundarían metacity con su locura.- RC-202 finalmente entendió la gravedad de
la situación.
- Hay que ser precavidos, no
resetearles, son suicidas además. Otro fenómeno que no se había visto en años,
los químicos se ocupan de mantenernos emocionalmente sanos. Y los suicidas en
metacity no cuentan, no buscan matarse, simplemente la emoción de saltar de un
tejado, sentir el viento y pasar el resto de la hora de sueño sin conciencia
alguna.- RC-201 cerró los ojos, mensaje urgente que no podía evitar. RC-180 le
urgía que, por los medios que viera necesarios, cesara a esos hackers.
Nuevamente respiró tranquilo, su nueva posición estaba casi asegurada por
completo.
A
varios pisos de distancia y en otra pirámide se encontraba VX-301, el script se
había sobreescrito, ahora tenía la libertad de deambular por el aire
acondicionado central, dentro del ducto y lejos de las cámaras. Según la
computadora central él estaba reparando un termostato, pero hacía muchos metros
que lo había dejado atrás. Muriéndose de frío avanzó, tan silenciosamente como
pudo, espiando entre las rejillas. Era la zona de educación. Había cambiado
mucho, desde la última vez que había estado ahí, hacía décadas. Sus 16 años de
crianza eran nebulosos, recordaba los juegos en equipo, la férrea disciplina,
las introducciones a metacity y nada más. Ahora todo había cambiado. Se dio
cuenta de inmediato que los salones eran sets, como de filmación.
Los
educandos, dependiendo de sus edades, pasaban por diversos episodios que eran
grabados y después insertados en su chip, en la sección de memoria para que
quedaran impregnados para siempre. Pudo ver la guerra, aquel video era parte de
lo que podía verse tras las ventanas de un orfanatorio, aún en la Tierra. Todos
debían permanecer en silencio, miradas al suelo. Nadie debía hablar o los
soldados los encontrarían y los matarían. En otro set, cuando tenían entre ocho
y diez años les hacían experimentar un amor desmedido por las máquinas que les
alimentaban a sus cuerpos hambrientos, eran muy jóvenes aún para el hardware.
Todos amaban a la computadora central y nadie se atrevía a salir de lo que
parecía ser un edificio. No había nada, del otro lado de la puerta mas que
utilería, pero ellos preferían el techo de acero que la incertidumbre. Siguió
avanzando, ahora les implantaban el software quirúrgicamente y les hacían
experimentar el amor con hormonas, seguido de terribles regaños. El objeto de su
amor era destruido, era una amplia sala y afuera se escuchaba una guerra, el
objeto de su amor, una cosa o persona, era arrastrada hasta la puerta donde
podía verse la luz del día e imágenes de la gran guerra proyectadas por
hologramas.
VX-301 regresó a su
estación de trabajo. Prefirió no mandar ningún mensaje encriptado por
mentalink, incluso de leer y borrar, pues temía dejar huella. Mientras recogía
sus herramientas en una caja de metal se detuvo un segundo. Había visto a
grupos de diez niños, ¿dónde estaban los demás?
Salió de entre los cubículos de plástico con la cabeza gacha pero al ver
a RC-201 prefirió quedarse detrás de una columna, fingiendo que revisaba su
holopad. Rápidamente, en cuanto le dio la espalda, siguió a una cara conocida,
era VX-302, había trabajado con él reparando un termostato hasta su accidente.
Le siguió hasta la fuente, dándole la espalda al policía.
- VX-302, ¿me recuerdas?
- ¿Disculpe?- Le miró al pecho,
pero Lolo lo miró a la cara. No estaba confundido, era él.- Soy IC-623, debe
estar confundido.
- Pensé que había reparado un
termostato conmigo, eso es todo.
- Imposible, soy programador,
trabajo en la descarga de serotonina, nada más.
Se
alejó caminando y VX-301 se quedó congelado. Ahora todo conectaba. Cambiaban
conciencias, diferentes cuerpos con diferentes mentes. La individualidad
quedaba borrada, incluso la poca que quedaba, los reflejos en el espejo, pues
ya ni el reflejo en los ojos tenían permitido. Los chicos, las memorias que
eran implantadas con vigor. Un set de diez memorias, los usuarios perfectos,
todos con la misma mentalidad. Metacity cambiaría también, estaba seguro. No
podían jugar con la conciencia con tanta libertad sin afectar el único espacio
que quedaba, los sueños. Se levantó para irse y miró a través del agua de la
fuente en la plaza central de las cuatro pirámides. Un par de ojos le miraban.
IC-201 le recordaba bien. Lolo caminó en reversa, no podía correr pero no podía
dejarse atrapar.
- Discúlpenme, creo que olvidé
algo.- RC-201 se deshizo de su escolta y corrió tras el VX. Le había visto
antes, estaba seguro. Una vez en una fila en una clínica ambulatoria, otra vez
en un distrito rojo antes de la cacería por Carmino. Las coincidencias se
acumulaban y eso no le gustaba para nada. El obrero trató de perderse entre la
gente, pero el ascensos cerró antes que pudiera tomarlo. IC estaba a pocos
metros de distancia cuando dos pares de brazos le detuvieron y le jalaron
lejos.- ¿Qué creen que están haciendo?
- Lo siento oficial.- Dijeron los
IC.- Es hora de su reseteo, usted sabe que son las normas de seguridad para los
RC.
- No, pero mi sospechoso.- Se
liberó de sus brazos, pero era tarde. El obrero había desaparecido.
- Es para eliminar la corrupción
en metacity, usted comprende.
- Está bien, pero que sea rápido.
Contestó
todas las preguntas, pasó todos los exámenes y el halo no detectó ningún mod,
ni ningún hack. Revisó las grabaciones de los drones, VX-301 se había detenido
para charlar con alguien. Supuso que sería su cómplice, el registro le marcaba
el nombre de usuario IC-623 e incluso le daba su ubicación exacta. RC-202 le
siguió hasta la tercera pirámide y cortésmente le pidieron que saliera de su
cubículo de plástico traslúcido. Usaron sus scanners, pero no encontraron mods.
- Soy IC-623, no entiendo cuál es
el problema.- La emoción llegaba un poco al rojo, lo cual era comprensible. Un
par de pinchazos después y estaba de vuelta al gris.- En metacity también
trabajo para Omnicorp, revise mis archivos.
- Eso hacemos.- Dijo RC-202 mientras
se sincronizaba con su holopad y asentía, como dándole la razón.- Ha charlado
con un sospechoso, eso es todo.
- El extraño de la fuente.- Dijo
IC-623.- Sí, pensó que me conocía. Un poco raro, ¿no le parece? Es decir, es
descortés mirarte a la cara, ¿cómo reconoces a alguien si no le ves la cara?
- Sólo una persona muy descortés
lo haría.- Bromeó IC-202, llevándose a su compañero del brazo. 201 usó la
holocomputadora a la entrada de la oficina, no estaba satisfecho.
- VX-301 mira a la cara, me miró
a él y miraba a alguien en esa clínica. ¿Por qué se acercaría para hablar con
él? Y sabemos que hablaron, un drone captó la conversación, tú lo escuchaste.
- Revisé su holopad, no había
nada raro. Pude resetearlo, para estar seguros al cien, pero temí que tuvieras
razón y fuera uno de esos suicidas.
- Kamikaze.
- Exacto. ¿Qué dice ahí?
- VX-301 en su empleo antes del
accidente que le dejó offline una hora trabajó con un VX-302 que dejó de
existir poco después.
- ¿Murió?
- No.
- ¿Offline por tanto tiempo, si quiera
es posible?
- Tampoco. Recibió una infracción
grave que fue eliminada. Según el centro de infracciones fue culpado de
dormitar en el trabajo y sabotear el sistema digital del edificio VB-T6 para
abrir todas las puertas a la vez. Dijo que era broma.
- ¿Y eliminaron un sabotaje?
- Ésa es la cosa que me
intriga... Eliminan la infracción y VX-302 oficialmente deja de aparecer en
cualquier registro. Nada de scanners, en autobuses, edificios, trenes, nada de
nada. Horas después empieza a existir IC-623.- RC-201 se apoyó contra la pared,
estaba cansado pero no era nada que las inyecciones pudieran solucionar. Se
masajeó las sienes, sintiendo la leve descarga eléctrica en su sien derecha,
donde el chip cerebral le había sido implantando desde niño.
- Interesante... Es más eficiente
que una prisión o trabajos forzados. Cambiaron su personalidad. Ya era hora,
digo yo, es decir, una cara es tan buena como la otra. Sólo cambiaron su uso,
así que sigue siendo un usuario, ¿a quién le importa su nombre de usuario?
- Sí.- Dijo RC-201, con cierta
melancolía, su barra en color azul y sintiendo varios pinchazos a las arterias
de su mano para remediarlo.- Pero, ¿qué queda de nosotros si ya nada es
natural, ni siquiera la propia mente?
Para
todos los usuarios la ciudad tres era como una sombra, mientras que metacity
era la vida real. Para Tango, Lolo, Maika y los demás, ahora metacity era otra
sombra más, mientras que Arsonis era la única realidad que importaba. Tango y
Equala habían movido su centro de operaciones a una cueva en la tierra de los
sueños, aprendiendo a digitalizar en un espacio no digitalizado. Rumpus y
Tremor estaban extáticos, fuera de sí completamente.
- No cargamos hardware al
software que es metacity, una computadora no se lleva el mouse digital a
adentro de sí misma, no, pero el chip está tan metido en el cerebro que cambia
nuestras funciones neuronales. Por eso despertamos.
- ¿Qué quiere decir eso Rumpus y,
por favor, en lengua normal?
- Nos costó trabajo entrar por siglos
de tecnología que modificaron nuestro cerebro. No hablo solamente del hardware
que usamos en el brazo, antes de la gran guerra incluso. La tecnología es todo
lo que hay alrededor del aparato, no únicamente el aparato, toda esa
mecanización de la vida. Estamos recreando milenios de filosofía en unas
cuantas horas. Horas, vaya broma. ¿Crees que el tiempo importa aquí?
Despertaremos, de eso estoy seguro, pero una conciencia natural que
naturalmente acceda a Arsonis podría prolongar su tiempo.
- Hablas de dos días en vez de
uno.- Dijo Equala y Tremor rió, besándola en el cachete.
- No nena, hablamos de años, de
semanas, o siglos. Lo que sea.
- No me molestaría ser una
esclava en mundo tres si puedo estar aquí por veinte años. ¿Se puede hacer?
- En eso trabajamos, el Hombre
natural, ¿recuerdas? Una proyección astral autónoma crear conciencia, usando
metaconciencia para crearla, como un programa que codifica programas.
- Rumpus hermano,- Dijo Tango,
cargando los cables desde la apertura de la casa hasta su cueva.- me caes bien
y todo, pero o eres un genio o un demente.
- O un par de ambas.- Dijo
Tremor, que prácticamente corría en círculos.
- Oigan.- Lolo y Maika les
encontraron, cruzando los altos matorrales y sosteniéndose de las manos.- Malas
noticias de ciudad tres. Me quemaron.
- Ya mataron a Carmino, Tremor
también está quemado, pero descuida, operarás con otro script. La cosa no será
fácil, pero mantente fuerte.
- Eso no es todo.- Dijo Maika.-
Adelante, diles Lolo.
- Están reprogramando gente y
creando nuevas memorias. Un set de diez memorias de la infancia, todas
destinadas a la adoración de Omnicorp. Yo vi que podían descargarlo
sencillamente en un usuario, será en forma de descarga. Creo que la serotonina,
la descarga obligada de serotonina será la pieza clave. Nos aterrizarán antes
que nuestro proyecto Arsonis apenas y despegue. Hablo de días.- Todos se
miraron preocupados, no contaban con eso.
- Ahora mismo tenemos más
puertas, sólo para algunos hackers de confianza, un grupo exclusivo. Rumpus, tú
y Tremor sigan con el Hombre natural.- Tango revisó su computadora y gimió de
frustración. Golpeó el endeble escritorio y maldijo.- Como si las cosas no
pudieran empeorar.
- ¿Qué ocurre?
- Necesitas una repetidora
offline, ya sabes, amateur, para mantener abierto cada portal. Acabo de
detectar un glitch. Una repetidora no se lleva muy bien con Arsonis, debí
preverlo, después de todo Arsonis no es una interface. Quédate aquí Equala,
revisa los sistemas.
- Iremos contigo.- Dijo Maika y
Lolo estuvo de acuerdo. Equala les entregó pistolas lásers caminaron por un
camino de agua que flotaba, un río que habían hecho moverse de lugar y cambiar
de colores, hasta la entrada de la casa que Tango había descargado al software
principal de metacity.
Tango
había sido inteligente, habían construido pocos edificios, la mayoría de las
puertas se encontraban en departamentos, algunas tan pequeñas como ventanas,
invisibles desde el otro lado. Regresar a metacity fue un shock. Los lásers
amarillos en los altos edificios formaban hologramas que hacían de programas de
televisión y promocionaban los nuevos artículos de Omnicorp. Lolo, Maika, Tango
y los demás se habían caído del sistema por completo, existido fuera de él a
tal grado que se sentían ajenos a lo que alguna vez les fuera tan real,
ciertamente más real que la monotonía opresiva de ciudad tres. Había más
halcones que antes, de modo que transitaron con cuidado en su coche de
propulsión iónica. Estaban siendo perseguidos y los tres podían sentir que el
tiempo se terminaba. La radio policial que tenía conectada a su computadora
análoga de botones lo decía constantemente, estaban cazando repetidoras
ilegales. El proceso, con suerte, les daría tiempo, después de todo podía haber
cientos de ellas incluso en negocios legales, no eran difíciles de construir.
Metacity estaba creciendo, volaron por encima de las mansiones sobre los altos
edificios, incluso aquellos que se consideraban ricos, la crema y nata de
metacity, serían vueltos humildes y obedientes cuando la descarga obligatoria
se llevara a cabo. Los criminales buscaban detener el peor crimen en la
historia tras la gran guerra, quizás incluso peor que la devastación nuclear,
el verdadero final del espíritu humano.
RC-201
se separó de su compañero. Las repetidoras piratas solían conectarse a las
repetidoras legales, a las enormes torres que mantenían el flujo de datos.
Buscaban algo nuevo, sin embargo, una conectada a un servidor hackeado, al
epicentro de toda la pandilla astral. Había seguido el glitch casi
imperceptible mientras volaba a toda velocidad en su halcón. Su computadora
holográfica le seguía la pista accediendo a
los archivos arquitectónicos, en busca de espacios nuevos y no
autorizados. Edificio TY-78, 439 departamentos. Estacionó en uno de los
heliopuertos, en el piso 50 y avanzó a pie, rifle en mano y ladrando órdenes.
El lugar no era un distrito rojo, pero era una locura. Muchos usaban sus
departamentos para fiestas y pequeñas transgresiones. Los usuarios con seis
ojos bebían extrañas sustancias en cómodos sillones que brillaban como
nebulosas especiales. Asomándose al interior podía ver fiestas y programadores
de baja calidad experimentando con las áreas grises de los derechos de autor de
Omnicorp. No estaba ahí por ellos. La computadora central decía que había
electricidad para 438 departamentos, uno salía sobrando y necesitaba
encontrarlo. Consultó su computadora portátil, rodeado de gente que le miraba
con sospecha, estaba cerca, podía sentirlo. Subió las escaleras al siguiente
piso. Las paredes ya no eran de tabiques pintados, eran de plástico de plasma,
reflejaban el contorno de las figuras llenando lo demás con una cacofonía de
colores. El departamento que sobraba era una puerta de menos de un metro de
ancho. Un hombre vestido con un abrigo de líneas coloridas y luminiscentes.
- Me invitaron a la fiesta.
- No hay ninguna fiesta amigo, lo
siento.- Usaba un visor de lentes de plasma, pero no podía correr riesgos, era
posible que estuviera conectado directamente a los hackers.
- Lo es ahora.- Dijo, antes de
sacar la escopeta phobetor y dispararle con tanta fuerza que le lanzó contra la
puerta, la reventó y lo metió al apartamento.
Había
poco más de dos metros cubículos, el piso de duela dejaba de existir de pronto
y daba paso a otro mundo. Había anochecido, igual que en metacity, pero podía
sentirlo todo incluso por encima de las pesadas botas y la gabardina de cuerpo.
Sintió el pasto, agarró algunas piedras y vio corriendo a las hormigas. No eran
programas de computadora, de eso estaba seguro. Tan real como ciudad tres.
Arsonis era real, todo lo que Rumpus había dicho era real. La brisa era fresca,
incluso olía diferente. Una leve lluvia caía de entre las nubes que tapaban la
luna. Había leído acerca de eso, acerca de la lluvia, pero nunca lo había
sentido. En sus lecturas decían que era como baño, estaban equivocados, no se
parecía en nada. Extendió los brazos y miró al cielo. Descargas eléctricas,
truenos, rugieron por encima de él, de nube en nube. Más allá de las montañas,
que parecían cambiar de forma por los relámpagos, podían verse las luces de
extrañas criaturas flotantes. Omnicorp nunca había diseñado algo así. Aquella
era la tierra de la imaginación, Arsonis era realmente infinita.
Un
ruido eléctrico le sacó del hipnotizado estado en el que se encontraba. Volteó
hacia el minúsculo apartamento. La repetidora, la pequeña caja naranja
conectada a cables hacia una antena estaba sacando chispas. Corrió a toda
velocidad, resbalándose por el lodo. Saltó en el último momento posible, el
portal se cerró tras él. Golpeó la pared de concreto, pero ya nada quedaba
allí, la computadora no marcaba nada raro. Revisó la repetidora y la antena,
estaban fritas por completo.
- RC-201, ¿me copias?
- Arsonis es real. Uno de sus
portales se cerró, pero creo que hay muchos.
- Sí, y la señal que rastreaste
me ha mandado a un lugar, la sobrecarga de ancho de banda reveló la verdadera
ubicación del servidor, no es de Omnicorp. 201, creo que los tenemos. Te
mandaré mis coordenadas GPS, este arresto necesita de los dos.
Regresó
corriendo a su halcón y la computadora se hizo cargo de las coordenadas. El
agua de lluvia aún mojaba su cabello, lo sintió entre sus manos y lo probó.
Había estado ahí, ya no era una loca teoría para justificar su carrera, era
algo real. Apretó de un switch que activaron las luces rojas y azules en sus
costados, dándole preferencia en el portal de teletransportación, no quería
viajar hora y media hasta el lugar. El enorme arco que era el portal pasó unas
luces amarillas y azules, aceptaba su código de usuario-onírico y en una
micronésima de segundo había recorrido 200 kilómetros. Voló con mano experta,
no necesitaba de computadoras, metiéndose entre los altísimos edificios y
bajando de altura con cuidado de no quedar aplastado entre las autopistas de
puente. Aterrizó a dos cuadras en una
banqueta, cortando la circulación de transeúntes que le miraban como a un bicho
raro, estaba en el distrito rojo, donde los neones anunciaban sexo rápido y
barato, donde las mujeres y los hombres vestían trajes transparentes y le
mandaban besitos. Corrió tan rápido como pudo, RC-202 le esperaba en una
entrada.
- Es un holograma, muy ingenioso.
¿Estás listo, vaquero?
- Vamos.- RC-202 le detuvo en uno
de los laberínticos túneles repletos de cables y pantallas.
- ¿Qué quisiste decir hace rato
cuando dijiste que era real?
- No es ningún software, era tan
real como ciudad tres y tan... difícil de explicar. Como si cualquier cosa
pudiera pasar allí, si sabes lo que haces y creo que esta gente entrena a otros
para aprender a soñar. Esto, RC-202, se volvió más importante que mi carrera.
Encontraron
la habitación circular, las computadoras eran todas piratas, totalmente offline
y fuera de sincronización con las de Omnicorp., no trataban con hackers comunes,
de eso estaban seguros. IC-202 le mostró los dibujos y sketches de Tremor. 201
la reconoció de inmediato, era IC-309. Su hábito de fijarse en las caras
quedaba justificado, ella le mandó el mensaje al comatoso, alertó a toda la
red. Alguien tan peligrosa y trabajando directamente con la computadora central
les daba escalofríos, era obvio que ella había robado la información de la
vieja internet y usado a un chivo expiatorio. Los poemas, escritos a papel y
lápiz parecían terminar el círculo.
- Bien, tenemos a un tal Tango
que parece ser el líder, Equalas que parece ser la novia del autor, Tremor.
- Sí, y Equalas es IC-309.
También sabemos de Rumpus.- Conectó el cañón de hologramas, otro de los videos
de Rumpus, ésta vez enseñando cómo sentarse y pensar.
- Ese tipo está loco.- Dijo
RC-202, apagándolo.- Olvida las huellas y el ADN, no hay en un ambiente
digitalizado como metacity. Estos alias, nos darán muy poco, sobre todo si se
esconden en Arsonis y no encontramos las otras puertas a tiempo. Eso sí, les
tendremos corriendo en ciudad tres, tenlo por seguro. Será más fácil allá
arriba, cuando estemos despiertos.
- Usaremos las cámaras, rastreo
de facciones, no pueden permanecer ocultos por mucho tiempo, incluso si tienen
un hack para modificar sus scripts de usuarios.- La radio crujió en su oído,
había demasiada interferencia para escucharlo con claridad, pero escuchó lo
suficiente.- La única puerta conocida dejó de existir, el departamento ya no
está. Se cubren las huellas.
Tango
se asomó de una esquina y disparó su láser contra RC-202, dándole en la cabeza.
Dormiría sin soñar el poco tiempo que les quedaba en metacity. RC-201 se lanzó
al suelo, tirando una granada delirio que falló por muy poco. Disparando de su
phobetor les persiguió hasta las calles. RC-201 mandó órdenes mientras corría,
tenían que encontrar todas las adiciones ilegales, por más laborioso que fuera,
el caso era prioritario. En la calle los tres rebeldes corrieron empujando
gente y disparando contra la entrada. Subieron a su auto, el halcón estaba
detrás de ellos y muy de cerca. Lolo se asomó por la ventana. Tango dobló
violentamente a la izquierda, casi le tira del vehículo de no ser por Maika.
Cruzaron entre los pilares de acero de dos edificios, el halcón tuvo que
ascender, cruzar la avenida por encima. Les perdió unos segundos, hasta sentir
las descargas contra la parte baja de su halcón. Salían del distrito rojo y
directo a una trampa. Tango estaba consciente de ello, no doblaría ni a la
izquierda ni a la derecha. RC-201 disparó las metrallas láser del halcón, Tango
jaló el volante, subió unos metros y atravesaron los ventanales de un edificio
industrial, destrozando todo a su paso. La nave golpeó un pilar, los
propulsores iónicos dejaron de funcionar y dio de vueltas en el suelo, sacando
chispas, derribando muros falsos y ahuyentando a los bohemios pobladores. Los
artistas, que diseñaban sus glitches en secreto salieron corriendo como
ratones. Tango, Lolo y Maika les siguieron de cerca hacia los túneles de
servicio. Escucharon, detrás de ellos, que el halcón de RC-201 entraba de la
misma manera.
Corrieron
entre los enormes ventiladores industriales que dejaban pasar la luz y las
sombras con su propio ritmo. El piso estaba húmedo. El grafiti en las paredes
cambiaba de forma, imitando sus contornos y corriendo a la par. Subieron por
una vieja escalera oxidada de mano. RC-201 abrió fuego y los tres respondieron.
El inspector se lanzó contra una de las habitaciones, donde los hologramas
hacían de espejo y el asustado programador se recluyó en una esquina. Salió de
nuevo, luego de las ráfagas, subió por las escaleras hasta una estación de
zepelines y pensó que les habría perdido en el tumulto. Los halcones
sobrevolaban el área, con sus potentes lámparas buscando entre la gente, pero
los hackers tenían muchos skins y se perdían fácilmente. RC-201 trató de
calmarse un segundo y pensar racionalmente, no tenía de sus inyectores pero no
era momento para el pánico. Sabía que serían precavidos, no entrarían a los
zepelines metálicos con leyendas comerciales de holograma. No se quedarían
encerrados. Escaló por una torre y vio a las tres figuras saltando de un techo
de zepelín hasta el otro, intentando cruzar la calle.
- Mala suerte, muñeca.- Disparó
su mordelona y le dio justo en la espalda a Maika, quien resplandeció como los
focos de las patrullas.
- ¡Maika!- Gritó Lolo, disparando
frenéticamente contra los halcones.- Resiste mi amor, ya casi es hora.
El
zepelín se alzó unos metros y escalaron por una pared hasta un lujoso penthouse
en el techo de un altísimo edificio. RC-201 brincó de un zepelín a otro y casi
se resbala, aferrándose de la pantalla comercial del último, empujándose con
sus botas. Llegó al techo y apuntó su phobetor a las tres figuras. Disparó,
pero el jardín estaba repleto de plantas y falló en sus tiros. Se lanzó por los
aires contra las ramas y cayó de espaldas contra el suelo de concreto. Podía
ver el resplandor entre los árboles, era cuestión de tiempo. Se puso de pie y
recibió un golpe a la quijada que le hizo soltar su phobetor. Lolo le golpeó de
nuevo con una rama y se tiró encima de él, golpeándole con el mango de su
pistola láser y apuntando su cañón contra su cabeza.
- Tú has estado ahí.- Le dijo
Lolo.- Tú sabes que es real, y apenas rasguñaste la infinitud de posibilidades.
No quiero tener que lastimarte, pero no me das opción. ¿No ves que en Arsonis
todos podemos ser iguales y crear?
- Estás bajo arresto.- Dijo
RC-201, sin mucha convicción en la voz. No le gustaba tener pistolas
apuntándole.- Tú y todos tus amigos.
- ¿Qué quedará de nosotros cuando
Omnicorp nos cambie la personalidad por completo y qué quedará de metacity?
Los
halcones les iluminaron. Tango disparó contra ellos. RC-201 aprovechó la
oportunidad para apartarlo de una patada, rodar por el suelo, recoger su
escopeta y disparar. La descarga amarilla reventó las ramas de un árbol sobre
la cabeza de Lolo. Las alarmas sonaron, rápidamente revisó su reloj, 23:59. Se
maldijo, necesitaba un poco más. Los halcones dispararon sus phobetor como
metralla, los tres hackers se levantaron sobre el barandal de piedra y se
lanzaron al vacío, disparando hacia arriba. RC-201 les vio caer al vacío. 24
horas. Todos despertaron.
- ¡Maldita sea!- RC-201 salió de
su capullo, la barra emocional en rojo y profiriendo maldiciones. 202 se
levantó a su lado, estaba igual de enojado.- Estuvimos muy cerca.
- Me agarró por sorpresa, como un
amateur.- Los inyectores calmaron a ambos. La adrenalina bajó de golpe y se
sacudieron un poco los nervios. RC-202 cerró los ojos, leyó sus correos de
bandeja de entrada.- Los 100’s están felices, buen progreso.
- Tenemos sus alias, pero tenemos
algo más. Rumpus, ese loco habló de vacas, ¿no es cierto? Dijo que las cruzan
con los machos que cuentan con los mejores genes. ¿Tú sabes para qué son las
vacas?
- He visto algunas como mascotas,
en metacity.
- No, comida.- RC-202 puso cara
de asco, recordando aquellos afables rostros.
- Salvajes.- Tronó los dedos,
estaba en la misma página.- ¿Quién sabría eso? Un FM, al borde de ciudad tres,
por el muro de acero. Tendría que ser alguien desaparecido. Es un trabajo más
especializado, con menor rotación. Puede que tengamos suerte.
Los
químicos tranquilizaron a ambos, los medidores regresaron a gris. RC-201 no
podía calmarse. No era nada que los químicos pudieran arreglar. Se miró las
manos mientras RC-202 manejaba, era un solo traje de plástico, guantes
antiderrapantes, estándar. Se quitó un guante, sintió el frió metal de la
puerta, el frío plástico de la ventana y miró más allá de las pirámides de antenas
y foquitos, más allá del domo de acero que se hacía cada vez más grande
conforme se acercaban. Pensó en lo que el muchacho con el arma le había dicho.
Hacía mucho tiempo que no se quitaba los guantes, pero es que quería sentir
algo real. Era extraño ahora, ni ciudad tres le parecía real. No podía decirle
a nadie, por supuesto, era demasiado privado. Lo achacó a su doble tiempo en
metacity, pensó que quedaría loco, como Rumpus o Tremor el poeta dibujante, por
pasar demasiado tiempo en la tierra de los sueños. ¿Pero qué sueños eran esos y
qué quedaba de él? No tenía otro nombre que el de usuario, era policía después
de todo. Se puso el guante cuando llegaron a las inmensas granjas. Aterrizaron
en un pequeño heliopuerto al frente de los inmensos campos de tierra cultivada
por máquinas.
- Soy FM-170, leí su mensaje
urgente. Por aquí, por favor.- Les llevó por las oficinas con sus
holocomputadoras que medían la cantidad de tierra cosechada y los pronósticos
de comida.
- Nunca había estado aquí, nunca
me cuestioné realmente de dónde venían los sólidos de una vez por semana.- Dijo
RC-202 en el elevador. Un drone se había subido con ellos. Nadie le prestaba
atención, ya estaban acostumbrados a la perpetua vigilancia.
- Pocos lo hacen.- Dijo FM170.-
Es una mezcla de vaca, pollo y pez. No tenemos muchos animales.
- ¿Algún FM desaparecido
recientemente?
- FM-401 dejó de venir desde hace
dos días. Cosa rara, un script decía que estaba en el módulo hospitalario 1,
otro decía que en el 22. Glitches.
- No, se cubren las huellas,
incluso en ciudad tres. ¿Cuál era su función?- El elevador se detuvo a nivel
del suelo. Caminaron entre el pasto, cerca de los cultivos. RC-202 probó uno de
ellos.
- Es trigo, ¿tampoco se preguntó
de dónde venían sus químicos? Tarde o temprano todo necesita de una base
orgánica. Nosotros la producimos. Su sospechoso, FM-401 trabajaba con vacas, se
aseguraba que las inyecciones hormonales fueran las adecuadas.
- ¿Estación de trabajo?
- Así es, bienvenidos a la unidad
de ganado.
El
edificio era cúbico, tenía cuatro pisos de vacas, todas apretadas entre sí. El
lugar apestaba terriblemente, de modo que usaban máscaras. Los brazos mecánicos
inyectaban y seleccionaban a las vacas listas para ser procesadas. El FM
explicó que su sospechoso trabajaba en la computadora que mantenía a los brazos
mecánicos. RC-201 se agachó, la computadora, como un pilar de medio metro,
tenía una pantalla digital encima, pero encontró que algo había sido tallado en
su base. La palabra astral. Era Rumpus, FM-401, no tenía duda.
- Tenemos cincuenta cubos cómo este,
suficiente comida para treinta millones.- Dijo el guía, un poco para llenar el
silencio mientras RC-202 se mantenía con los ojos cerrados, comunicándose con
sus superiores. RC-201 acarició a una vaca. El animal era enorme, supuso que
serían las hormonas pues las que había visto en metacity no medían lo que él. Tenía
una mirada triste, pero casi humana. Tocó los costados de su enorme cabeza
mientras la bestia mugía, no encontraba ninguna entrada de chip. Se preguntó si
la bestia tendría alguna clase de conciencia en ese enorme cráneo.
- ¿Y sufren?
- No tengo idea RC-201, no tienen
una barra de emociones como nosotros, ni tampoco inyectores.- Le miró a la
cara, o más bien a la máscara que le cubría el rostro. No le reprendió, después
de todo, una máscara era tan buena como cualquier otra.- Procesamos dos vacas
al día, tenemos cuarenta toneladas de carne procesada, todo marcha en orden.
- Es bueno saberlo.- Se quitó el
guante y sintió su pelaje. Nada en metacity se sentía como eso.
- No le busques, 201, no hay
interfaz en esa cosa.- Le dijo 202, finalmente abriendo los ojos.- Tendremos
bajo vigilancia a FM-401, IC-309 y tu muchacho, VX-301. Drones les están
buscando ahora mismo, cada cámara y micrófono en ciudad tres. No podrán
esconderse de sus firmas térmicas, ni de los identificadores de rostros. Por
cierto, ya anunciaron la nueva descarga de serotonina, ya era hora, digo yo, me
estaba poniendo algo pálido bajo la bóveda de acero.
- No.- Dijo RC-201, poniéndose el
guante de nuevo.- Es hora de dejar de pensar como en ciudad tres. Estos hackers
astrales ya viven en metacity, ahora más que nunca. Locura onírica, casi sufro
de eso.
- Yo diría que aún la sufres.
- Pues resultará a nuestro
beneficio.
- ¿Algún plan?
- Evitarán las cámaras y
micrófonos, serán usuarios sin uso. Lo que sea que trabajen en Arsonis requiere
de más sueños, de modo que estarán dormidos en alguna parte. Escondidos, no en
metacity sino en Arsonis. Hay que pensar como ellos.
La
red de hackers estaba estrictamente offline. Mensajes con encriptación de
última generación, dos puntos arriba de omnilink. Producían fiebres, pues eran
de leer y borrar del disco duro. Ya no tenían nombres de usuario, tenían que
asumir lo peor, asumir que todo estaban quemados. Nada de reasignarse puestos
de uso, ahora todos se escondían en una unidad de abastecimiento móvil. El
edificio industrial mandaba camiones con toda clase de materiales calientes a
ciudad tres, pero tenía un sistema de cloacas tan caliente que borraría sus
huellas térmicas y carecía de cámaras. Estarían seguros, por el momento.
- El hombre natural, es lo único
que importa.- Repetía Rumpus, tratando de acomodarse en el reducido túnel.-
Tremor y yo hemos creado su sistema circulatorio, sus músculos y huesos. Es
autónomo, lo hemos probado, incluso perdiendo la concentración sigue
existiendo. Pero no por mucho tiempo, la conciencia es la clave. Una vez que
podamos crear eso, podrá empezar a existir por sí mismo. Tenemos que seguir
durmiendo.
- Si no nos reportamos a
trabajar, a dónde sea, nos tendrán.- Dijo Maika.
- Olvídalo, ese poli es muy
bueno, seguro ya nos quemó a todos. Ya
no somos usuarios Maika, ya no eres RS-209, eres Maika y él es Lolo. Lo
demás ha dejado de existir para nosotros.
- No podemos dormir todos.- Dijo
Tango, entregando los capullos verdes y algunas píldoras para dormir, de
emergencia.- Rumpus, Tremor, regresen a Arsonis. Nosotros quedaremos
vigilantes, además nadie sabe más de filosofía que ustedes. Tienen el hack para
quedarse en sueño profundo, sugiero que lo usen, es posible que nos tengamos
que mover.
- ¿No estamos seguros?- Preguntó
Lolo, cargando su pistola laser.
- En ninguna parte en ciudad
tres. Yo buscaría aquí, que quiere decir que RC-201 buscaría aquí. Equalas,
protégelos con tu vida, tú también Maika. Lolo y yo saldremos, tenemos que
hacer algo de vigilancia y reconocimiento.
Maika
quería protestar, pero no podía. La mordelona había accedido a todos sus menús,
cualquier chequeo, incluso uno superficial para usar el autobús y le tendrían.
Recorrieron la cloaca débilmente iluminada por las luces rojas y pisando los
gruesos cables que parecían cubrirlo todo en una maraña descontrolada.
Esperaron bajo una rejilla, un drone pasaba cerca. Tango explicó que era el
usuario RC-348, reparaba glitches en micrófonos policiales y podía acceder a la
red policial con sus claves. El drone se siguió de largo y salieron de la
cloaca en cuestión de segundos. Caminaron con la cabeza gacha, nadie los
notaba, pues una cara era tan buena como la otra. Cruzaron un par de cuadras,
pero no podían avanzar mucho, había redes de láser verdes dispuestas por
cuadrículas, era parte de una trampa. Las redes estaban montadas sobre
rectángulos plásticos que se conectaban directamente a una pequeña computadora
digital. Tango la usó expertamente.
- Mira, todos nuestros nombres de
usuario. Nos están buscando.
- La serotonina, busca eso.-
Segundos después le mostró la pantalla. La descarga era inminente.
- Ya está en el holopad.- Dijo
Tango, revisando su tableta holográfica.
- Mira, arriba.- Una nave de
hélice propulsora, en la base y en la parte superior desplegaba lo que parecían
ser cuatro cámaras que formaban entre sí una lámina roja. Un espejo de firmas
caloríficas. Se movía directamente hacia ellos.
Tango
corrió entre la gente hacia la red de lásers había un guardia armado revisando
a cada uno. La cámara le detectó y emitió un chillido agudo. Lolo corrió en la
dirección contraria. El policía se dio vuelta, se encontró con Tango que le
apuntaba al pecho. La descarga lo sacó volando por varios metros. Disparó
contra los otros dos policías, del otro lado de la calle y comenzó a correr.
Lolo disparó contra los drones, Tango se ocupó de la nave de hélices y su mapeo
de calor.
- RC-201.- Su compañero le mostró
su holopad con las últimas noticias.- Tenías razón, tenían que salir de su
agujero para tomar aire. Esos trucos de metacity finalmente te sirven para algo
en el mundo real.
- ¿Les detuvieron?
- No, escaparon por una fábrica o
eso creen. Siguieron tus instrucciones, nos llevarán a los otros.
- Unidad de abastecimiento, un
buen lugar.- Dijo RC-201 mientras mandaba órdenes por su mentalink y hablaba al
mismo tiempo.- Haremos un operativo, les necesitamos a todos con vida, de modo
que dejen sus lásers y agarren sus cañones eléctricos. Estarán en las cloacas y
por lo que veo hay tres accesos, tendremos que cubrirlos a todos.
- ¿Seguimos al escuadrón?
- No, somos 200’s, será mejor
hablar con los encargados en la entrada. Tienen trenes que se mueven todo el
tiempo, no queremos paralizar la ciudad.
- Y no quieres perder el trabajo.
- Algo así.
GD-199
no estaba muy feliz, pero aceptó que el operativo tenía que hacerse. Marcó un
código en su holopad, dejó que pasara el último tren de componentes radiales y
lo demás debía detenerse. El calor del tren era insoportable, los vagones se
alejaron, primero lentamente y después incrementaron su velocidad, llevándose
la radiación a otra parte. Los tres accesos fueron invadidos, los túneles se
llenaron de actividad. Minutos después salieron con las manos vacías.
- Maldita sea.- Exclamó 202,
pateando una piedra, su medidor en rojo.- El maldito tren radial, por eso se
libraron de nuestros scanners caloríficos.
- Sí, son ingeniosos.- RC-201 no
estaba tan enojado, lo veía venir. Un oficial le entregó una nota, estaba
dirigida para él.
- Lo encontramos en el túnel.-
Explicó RC-340.
- Dice: “Nos encontraremos en
Arsonis”. Es una invitación.
- Ni se te ocurra, RC-202. Habrá
que hablarlo con los superiores. Nada de locuras oníricas por hoy. Además,
pensé que no podíamos encontrar los portales.
- No, no aún, pero me dejarán
entrar. Tienes razón, hay que ver a las autoridades.
Se
reunieron en la pirámide de control, casi al centro de una ciudad de treinta
millones de usuarios que carecía de un centro verdadero. RC-101 y IC-101 les
esperaban en una oficina de cristal. Tenían una computadora holográfica cúbica
en el centro de la mesa cuadrada. Ésta era una decisión que únicamente la
computadora podía decidir. RC-201 y 202 tomaron sus asientos en cómodas sillas
de plástico mullido.
- Ha hecho un excelente trabajo,
a pesar de todo...- Dijo IC-101. 201 miró al fondo, entre los dos rostros, no
se arriesgaría a otra infracción.- Sus métodos poco ortodoxos han dado
resultados. ¿Opinión?
- La oportunidad vale oro.-
Estaba en verde, estaba siendo sincero y algo emocionado. Las inyecciones se
ocuparon de eso, pero el verde seguía ahí.
- Buena excusa para poner a metacity
en alerta roja.- Dijo IC-101.- La descarga de serotonina será a primera hora
mañana, la crisis debe resolverse antes.
- Me opongo.- Dijo RC-101, su
barra también estaba en verde.- Es una trampa muy obvia. Estos hackers no
pueden esconderse en ciudad tres, ni siquiera para mañana a primera hora. No a
menos que planeen salir del domo de acero y respirar en el vacío del espacio
exterior. No. Ciudad tres es inescapable.
- Podríamos llevar a todos los
hombres disponibles, tomar a Arsonis a toda costa.- Dijo IC-101 con entusiasmo
en su voz. Un entusiasmo que ninguna inyección podía curar.- Estos hackers
mostrarán la puerta, así daremos la pista con todas las demás. Las
posibilidades son infinitas. Omnicorp podría restablecer otro metacity, una
realidad de interfaz desconocida.
- Aún así.- Terció RC-101.- Es
decisión de la computadora.
- Calibrando.
La
computadora tardó unos segundos, pero RC-201 sabía lo que hacía. Valoraba el
uso de las potenciales víctimas de la trampa contra la el valor de Arsonis. La
decisión era obvia, la invasión militarizada estaba autorizada.
Tango
había tenido que robar los suplementos químicos para las jeringas de sus
compañeros. El riesgo era grande y por más que se movía entre el gentío que cruzaba por los trenes elevados
y escalaba por las azoteas uno de los drones dio con él. Cargando con la bolsa
repleta de tubos plásticos con químicos preparó su láser y corrió por los
pequeños balcones de una pirámide en dirección a una fábrica. Saltó de un techo
a otro, este edificio era de los pocos rectangulares que había. Las naves de
propulsión iónica abrieron fuego, una ráfaga que cortó a sus lados. Disparó
contra un ventanal piramidal y se lanzó contra un paso de gato. Escuchaba las
botas militares en el techo, siguiéndole de cerca. Disparó contra una ventana
cuando los militares cayeron al paso de gato. Era ahora o nunca. No estaba en
metacity, si erraba por un milímetro estaría muerto. Soltó la bolsa, se guardó
el láser mientras los potentes lásers azules de los militares golpeaban las
paredes, cada vez más cerca. Salió por la ventana, empujándose con todas sus
fuerzas. Se aferró de una antena y después se deslizó unos pisos por una enorme
pirámide, tratando de frenar con sus botas golpeando los focos. Las naves
dispararon a sus lados, ésta vez ya no era preventivo. Consiguió asirse de una
ventana rota y entró a una oficina repleta de usuarios asustados. Las naves
abrieron fuego, todos se tiraron al suelo. Tango se arrastró por el frío
concreto, disparó contra el elevador. Abrió las puertas de cristal de plasma
reventándolas a tiros y se dejó caer unos pisos, hasta poder sostenerse de unos
cables. Cayó sobre la cabina del ascensor y disparó contra el techo, los
usuarios salieron corriendo a las oficinas. Los militares disparaban desde arriba,
Tango disparó al suelo y logró escabullirse, arma en la boca y escalando por las paredes de tabiques de
concreto.
- RC-201 a unidades militares.- Tronaron las radios de
los perseguidores.- Denle algo de espacio, déjenlo que nos lleve a sus amigos.
Los
militares usaron sus holopads para tener datos detallados de su arquitectura.
Sabían a dónde se dirigía, y las cámaras térmicas, prácticamente invisibles,
pues estaban detrás de paneles de metal, les daban una ubicación exacta. Usaron
un elevador de emergencia. Los cinco militares prepararon sus rifles. Tango
estaba en la puerta de la bodega, podían ver señales de calor en el interior,
no debía haber nada ahí más que papeles y discos duros viejos. Recorrieron el
amplio corredor de cables hasta la bodega. Tango, pegado contra una esquina, se
defendió como pudo.
- Adelante, mátenme y a todos los
demás. Ya no importa.
- RC-348 tire el arma y ríndase.
Dígale a sus compañeros que salgan de esa bodega o serán aniquilados.
- ¡Los quiero vivos maldita sea! Vivos
a todos, son kamikaze, son suicidas.- RC-201 gritaba tan fuerte por la radio
que hasta Tango podía escucharlo.
- ¿Quieren esto?- Aulló Tango,
disparando desde su esquina. Los militares estaban protegidos detrás de grandes
servidores viejos que resistían las descargas. Sus rifles prácticamente
arrancaban pedazos de tabiques y yeso.- Mi nombre no es RC-348, mi nombre es
Tango.
- Ríndase ahora, está rodeado.
- Llévenselo todo, nada es real
aquí.- Tango disparó contra su hardware y se lo arrancó gritando de dolor.
Estaba adherido hasta el hueso y consiguió sacar gran parte. Lo lanzó desde su
esquina y caminó unos pasos. El brazo derecho le sangraba profusamente.- No más
químicos, no más holopad, tengo el hardware que necesito, mi cerebro y nada
más.
- ¡Suelta la maldita arma o te
vuelo las piernas RC-348!
- No soy un número maldita sea.
Tengo nombre, tengo identidad. No estoy loco, ¡ustedes están locos si creen que
la individualidad es un sueño y la privacidad es un lujo! Es un derecho maldita
sea...- Tango comenzó a llorar. Apoyado contra la pared, su brazo derecho
sangrando. Los militares aguardaron unos segundos.- ¿Qué quedará de nosotros si
todo es artificial?
- Por última vez...
- El arma, sí.- Tango disparó y
los militares dispararon de regreso, convirtiendo su cuerpo en puré.
RC-201
gritó horrorizado. Todos podían verlo por las cámaras en los rifles militares.
Ubicaron la bodega, lanzaron órdenes y abrieron la puerta de una patada. No
había nadie, únicamente unos paquetes caloríficos para despistar. No caerían en
la misma trampa.
- Vaya loco.- Dijo RC-202,
mientras preparaba el capullo de su compañero y el suyo.- Se sacrificó por sus
amigos, ¿qué no sabe que está prohibida la interacción no-laboral?
- Qué quedará de nosotros.-
Repitió RC-201 mientras entraba a su capullo, al plástico verdoso que se
adhería a su piel e irradiaba una luminiscencia.- Estaba desesperado, RC-202,
pero no creo que haya estado loco.
RC-201
despertó en metacity, junto con más de mil tropas de infantería pesada. El
software de diseño del cielo se puso en rojo, nunca lo había hecho antes. Los
pocos habitantes de metacity, pues aún no era hora de dormir de los usuarios,
sabían perfectamente lo que estaba ocurriendo. Los halcones tenían sitiada
metacity, su enfoque estaba en las repetidoras ilegales, en los hackers. Los
días de policías persiguiendo hackers por las calles, con mordelonas o rifles
phobetor habían terminado. Tango había enviado un mensaje encriptado a
metacity, era su modo de dirigirles hacia el edificio adicional. Omnicorp
estaba en alarma, de modo que todo sus programas no esenciales se congelaron,
literalmente deteniendo la ciudad que, en esos momentos, parecía mucho más
tranquila que en sus horas pico. Los piratas podían moverse, pero no lo harían
por mucho tiempo. El edificio era rectángulo de concreto con rifles de alto
poder en las paredes y en el techo. La invitación era para uno sólo, la cámara
enfocaba a los cien soldados preparados para el combate. 201 tranquilizó a
todos, entraría por sus términos pero terminarían con los hackers astrales en
un golpe.
Dio
un paso al frente, los rifles seguían apuntando a los soldados. Abrió la puerta
y se quedó congelado. El cielo no era rojo de alarma, era azul y parecía haber
una tormenta en la lejanía. Los soldados, nerviosos, especulaban sobre el
software de los hackers astrales. RC-201 caminó en el pasto, lo sintió en sus
manos y recorrió un sendero de tierra viendo a las hormigas caminando entre sus
botas y a mariposas volando entre las flores. Podía olerlo también, no era como
nada que hubiese olido antes. La puerta se cerró tras él, se figuraba algo así.
Revisó la computadora portátil, la señal era débil e indicaba que estaba en la
entrada del edificio. Tragó saliva, la conexión era tan débil que parecía como
si estuviera a kilómetros de una torre de repetición, mientras que el edificio
estaba tres cuadras de una gigantesca
antena de focos rojos y blancos. Dejó la computadora, sacó su pistola y avanzó
con cuidado. Al llegar al río, al sentirlo en sus manos, al mojar su rostro y
ver el sol comprendió que todo aquello era real. No era el sol falso de
metacity, éste ardía de una forma diferente. Se preguntó si estaba soñando
dentro de un sueño, si era una fantasía sobre lo que habría sido la Tierra
antes de la guerra. A lo lejos se veían formas extrañas, seres de largas patas
y colores que no había visto antes, se podían ver, casi como ilusiones, seres
de majestuosa belleza que existían y dejaban de existir. Estaba en el plano
astral, estaba seguro de eso.
Se
acercó a un árbol, no había árboles en ciudad tres, pero se figuró que tenía
que ser real, pues tenía detalles que ningún programador de omnicorp podría
haber planeado. Había un orden en ese caos de estrías, de bichos, ramas y hojas
que le aseguraba que era real. Escuchó pasos y apuntó su pistola, subió la
colina sin saber qué esperar y se ocultó entre unas húmedas piedras con musgo.
Nunca había sentido el musgo en sus manos, le había visto de lejos, un mod
bastante caro que aquí crecía salvajemente. Los pasos se detuvieron, se asomó
entre las rocas y miró a una pareja desnuda que le miraban con gran curiosidad.
Se levantó, pero no se animó a dispararles.
- No puede ser, Rumpus...
Ustedes.
- Existimos.- Dijo la mujer.-
Empezamos a ser y seguimos siendo.
- El Hombre natural, es real.
- No hay chips aquí, aunque
nuestra conciencia fue diseñada, si tal cosa puede diseñarse. Somos soñadores.-
Le extendieron sus manos y RC-201 salió de su escondite y se acercó.
- Mira.- La mujer señaló al cielo
y, concentrándose, formó un cubo de cristal dentro de una burbuja de colores
que flotó por unos segundos entre ellos y desapareció.
- Mira por allá.- El hombre se
hizo a un lado para que viera más allá de la colina y RC-201 sintió ganas de
llorar. Nunca lo había hecho antes, pero sus ojos se llenaron de lágrimas al
ver la belleza frente a él. La indescriptible e inescrutable belleza.- Una
chispa, así nos llamaron, así llamaron a la conciencia, una chispa. Dicen que
vendrías a matarnos, que tu chispa es un chip en tu cerebro.
- No soportaríamos la vida allá
afuera.- Dijo ella.- Esclavizados a un mundo monocromático, sin chips, sin
hardware, sin químicos, sin naturalidad.
- Soy fiel a mi placa. No pueden
esconderlos de mí.
- ¿Te habrían invitado de estar
aquí? Además, Arsonis es infinito, puedes viajar en él si sabes soñar.
- Yo... no sé cómo hacer eso...
No sé qué significa eso.- RC-201 se golpeó la cabeza y se agachó un segundo,
tenía que priorizar.- Todos tenemos dudas, de vez en cuando, yo pasé demasiado
tiempo en metacity como para empezar a confundir realidad con sueño. Ésta no es
la realidad.
- No, no lo es. Es una realidad
aparte. Una segunda realidad.
- ¡No! La realidad es ciudad
tres, el domo de acero, los drones, el hardware, los usuarios y todo lo que eso
acarrea. Si tuviera más tiempo aprendería a soñar, pero ahora no puedo hacerlo.
Tengo un uso, soy un usuario.
- Nosotros no tenemos uso,
tenemos propósito. ¿Cuál es el tuyo?
- Cumplir mi uso.- Sabía que se
mentía, lo sabía por sus miradas de pena. Lógica circular, su uso era su
función, su propósito y viceversa. Respiró tranquilo, no podía pensar en esas
cosas, no estaba entrenado para hacerlo.- Si saben dónde están, díganmelo ahora
porque allá afuera hay cien soldados listos para tomarlo todo. Todo lo que
puedan, Omnicorp se hará cargo del resto.
- Nos hablaron de Omnicorp, de
los usuarios, de las interfaces. No tenemos ninguna, sólo tenemos un propósito,
el de crear y soñar, ¿cómo podríamos...
La
conversación se detuvo con el ruido de los rifles. Los militares habían
decidido actuar, había pasado demasiado tiempo. La pareja pensó en huir, pero
RC-201 los tomó de los brazos y los empujó por la ladera rocosa. Los soldados
entraron, sin saber qué hacer o qué pensar. La pareja natural comenzó a gritar,
estaban horrorizados de lo que había más allá de la puerta. Lo que era un
refugio para los usuarios, era un infierno para ellos. RC-201 trató de detener
a los soldados, pero era tarde, tenían órdenes de IC-101 que estaban por encima
de las suyas. Les arrastraron a golpes hasta las calles de metacity. La pareja
cayó al suelo, envenenándose por el viciado aire hasta morir. El portal colapsó
detrás de ellos y por más que RC-201 golpeaba la pared de ladrillos ésta no se
abría. Tomó prestado un rifle de alto poder y deshizo la pared. No había nada
ahí. Nada más que metacity.
- Teníamos que hacer algo,
cumplir nuestro protocolo.
- Sí, ya sé.- Dijo RC-201,
señalando los daños al edificio. RC-202 se acercó corriendo, le separó de los
dos muertos.
- Buenas noticias.
- Están muertos 202,- RC-201
levantó la mano de la mujer, no había pulso, no había desaparecido pues no era
una usuaria. Estaban realmente muertos.- no era una invención, realmente lo
hicieron.
- Concéntrate, tenemos buenas
noticias.
- Más vale que sean de oro, no
tenemos mucho.
- Tenemos todo. Los reportes de
repetidoras ilegales ha estado incrementando y, lo mejor de todo, tenemos a los
hackers astrales en el patio de las pirámides IC.
- Tenemos que ir cuánto antes.
Despertaron
accionando su holopad y no perdieron tiempo. Los usuario en la calle no tenían
idea que metacity estaba siendo invadida, mil soldados por cada veinte minutos.
Todo estaría paralizado en sus verdaderas vidas. La mayor purga de hackers en
su historia. Tampoco sabrían de la pareja de Hombres naturales. No sabrían del
plano astral, de la segunda realidad y, por sobre todas las cosas, no sabrían
que la mayor crisis en la historia de la única colonia humana en el cosmos
había sido detenida justo a tiempo. Debían existir otros portales, sin duda,
pero tenían a los hackers y podían hacerlos hablar.
- No sé.- RC-201 no estaba muy
convencido de los argumentos de su compañero, quien piloteaba la nave tan
rápidamente como le era posible.- Tienen ese hack, kamikaze. Son tipos duros.
- Todos tienen sus puntos débiles.
Hablarán, de una forma u otra, ¿realmente crees que esos científicos no tienen
métodos poco ortodoxos para hacerte hablar? Vamos, esto hará tu carrera.
- Sí, eso es cierto.- Barra en
verde, estaba siendo honesto.
Recorrieron
el patio, donde IC-102 les esperaba para conducirles por los laberínticos
corredores y ascensores hasta el área restringida de investigación
computacional. No podían pasar dos metros sin estar bajo scanners de
profundidad, sus nuevos inventos para detectar mods y hacks. No encontrarían
nada, pero debían hacerlo de todas formas. La última sala tenía paredes de
cristal con chips cada par de metros y venas amarillas que hacían pasar
terabytes de información en cuestión de nanosegundos. IC-101, RC-101 y los
hackers les esperaban adentro. Los criminales estaban contra la pared, con la
pistola láser de IC-101 manteniéndoles en posición, además del drone artillado
que flotaba sobre ellos. Haces de luces les cubrían desde todos los ángulos,
buscaban y descargaban hasta el último bit de información de sus chips, de sus
holopads y de sus mentalinks.
- IC-101 está interesado en
hablar con usted, RC-201, teniendo en cuenta que ha sido el único agente de la
ley en Arsonis. Usted, RC-202 tendrá que quedarse afuera, lo lamento. Unas
preguntas de control, ¿se oponen a un reseteo?
- Adelante.- Les conectó halos de
un cristal brillante y no detectó nada inusual.- ¿Están dispuestos a mantener
en secreto toda la información clasificada que puedan escuchar en el edificio?
- Sí.
- ¿Están dispuestos a servir a la
ley y el orden, sin el uso de corrupción o indebido proceso?
- Por supuesto.
- Muy bien, 202 usted puede
quedarse afuera conmigo.
- Esto se pondrá bueno.- Dijo
RC-201 mientras las puertas de cristal se abrían, como cientos de delgadas
láminas y se cerraban herméticamente. El lugar tenía una computadora
holográfica esférica y procesaba todos los datos del escaneo.- ¿Cómo dieron con
ellos?
- FM-401 mandó un mensaje
encriptado a la repetidora ilegal que sostenía el portal que atravesó para
programarlo remotamente. Triangulamos su posición y detuvimos a todos.
¿Reporte?
- Rumpus, como FM-401 puede
explicarlo mejor. Les puedo decir que es real, Arsonis es real. No es una
simulación y sí existe conciencia sin... No sé cómo decirlo, crearon conciencia
humana como la suya o la mía. No me explico cómo.
- Eso tratamos de buscar.- Dijo
IC-101 con frustración en la voz.- Se necesita una interfaz para entrar a ese
Arsonis, ¿cuál es? No encontramos ningún software adelantado en su equipo.
Hable FM-401 o será peor.
- Lo haré más fácil.- RC-101 tomó
a Equalas, la tiró contra el suelo y puso un halo sobre su cabeza. Equalas
trató de defenderse, pero RC-201 le apuntó la pistola láser a Tremor.- Tienes
tres segundos o su hack kamikaze le frita los sesos. No la necesitamos tanto.
- No les digas nada.- Dijo
Equala, con lágrimas en los ojos. Los inyectores trabajaban al doble, pero no
serviría de nada.- No les digas nada.
- No lo hagas Rumpus. Kamikaze.-
Le aseguró Tremor.
- Tres, dos, uno.- Activó el halo
y un segundo después Equala cayó muerta. RC-101 arrastró a Tremor y lo puso
contra la pared, para efectuar el mismo proceso.
- No.- RC-201 le interrumpió.
Seleccionó a Lolo y a Maika con su pistola láser, les ordenó que tomaran su
lugar. El drone, sobre ellos despedía ozono y en el tenso silencio podía
escuchar cómo se reajustaban los lentes de su cámara.- Tremor es parte del
grupo señor, podría saber cosas que Rumpus no sabe, además, creo que es el
elemento más débil. A estos dos no necesitamos.
- No les digas nada.- Gritó Lolo,
mientras RC-201 le instalaba el halo.
- Malditos sean.- Les gritó
Tremor y RC-101 le soltó una bofetada para silenciarlo.
- ¿Cuál es la interfaz?- Insistió
IC-101, buscando en su computadora holográfica esférica.
- Goetia. No se moleste en buscar,
no lo entendería. Es el verdadero hardware, el cerebro, es reacomodar las
neuronas, los chips, es acceder a otro plano de conciencia. ¿Por qué no le
pregunta a su amigo? Él estuvo ahí, le dirá que es real, más real que esta
tortura.
- Sí, pero crear una conciencia,
eso requeriría de algo más potente que nuestra máquina central, lo ha intentado
por décadas sin ningún éxito. ¿Cuál es el secreto?
- Las construcciones en Arsonis
son mentales.- Dijo RC-201, con el halo aún en la cabeza de Lolo. VX-301 le
tomó de las manos a Maika y le juró que todo estaría bien.- Me parece que
cierto tipo de concentración es necesaria.
- Sí, eso podría ser... Aún así,
¿suficiente para crear una entidad que es capaz de pensar sobre sus
pensamientos? No, necesitarían la ayuda de software para manejar tantas
variables. Sabemos, FM-401 que no esconde tal archivo en su holopad, y hemos
revisado sus centenares de mods y hacks sin éxito antiguo. Una última
oportunidad.- La barra estaba en rojo, IC-101 no vacilaba para nada, pero Rumpus
comenzaba a ceder.
- Uno.- Dijo RC-201.
- No les digas nada.- Le gritó
Maika.- Protege Arsonis, protege al Hombre natural.
- ¿Dónde está la conciencia?- Le
aulló IC-101 con tanta fuerza que se quedó ronco. Estaba fuera de sí, al borde
del descubrimiento más grande de la humanidad y ninguna cantidad de químicos
podían bajar su barra emocional al gris neutral.
- No, nunca.- Tremor saltó del suelo contra
RC-101 pero el drone artillado le disparó un láser tan fino como un cabello que
atravesó su cráneo sin lastimar a RC-101. El cadáver cayó al suelo.
- Dos. Sabes que lo haré Rumpus,
los cacé como animales. Es mi carrera en juego.
- No.
- Tres.- Lolo apretó la mano de
Maika con todas sus fuerzas y luego la gravedad se hizo cargo de su cuerpo.
- ¡Lolo!- Maika se puso de pie,
RC-201 la golpeó en la quijada para mantenerla en el suelo.
- ¿Dónde está? o la chica muere.
Uno. Dos.
- Está bien, está bien, es un
archivo encriptado dentro de la base de datos de la central de FM.- Le dio las
instrucciones exactas a IC-101, quien usó la esfera holográfica para navegar
por los terabytes de datos hasta llegar a la ruta correcta.
- No, Rumpus, ¿por qué lo
hiciste?
- Buen intento.- La computadora
se puso roja y después regresó a azul.- Habría servido en cualquier otra computadora,
era un virus nocivo. Ésta computadora está sincronizada directamente a la
computadora la central. Acabas de fritar cientos de unidades de emergencia,
pero fuera de eso está bien.
- Tres.- Maika gritó y luego cayó
al suelo. Rumpus se levantó de golpe y con todas sus fuerzas se lanzó contra
una pared, lanzando manotazos.
- No, no, no... No así, no...
- Voy a dispararte de los pies a
las rodillas, a ver si eso te gusta.- Dijo RC-201. Su superior le puso la mano
en el hombro, tenía el trabajo asegurado.
- Está bien, debajo de mi
lengua.- Se metió la mano a la boca y mostró que su lengua estaba cubierta de
una lámina plástica transparente. Debajo de su lengua se encontraba un viejo
chip regional, llamado así porque era para las viejas versiones del holopad,
unidades que servían un par de veces y nada más. Un chip plástico más pequeño
que una uña.
- ¿Eso es todo? No puede ser. No,
se requerirían gigas y terabytes de códigos sobre códigos.
- Eso pensamos al principio. Pero
teníamos que mirar hacia atrás, ¿cómo habría evolucionado el Hombre, su
conciencia misma sin tecnología? Se llama la chispa, así le llamamos.- Rufus
estaba derrotado, hablaba de cuclillas en el suelo, rodeado de sus amigos
muertos.- Muy sencillo realmente. Proceso que 0 es 0 y 1 es 1. Proceso que 0 no
es 1, y 1 no es 0, por lo tanto 1 es 1 y 0 es 0 siempre.
- ¿Y? Es la función básica de
cualquier computadora.- IC-101 no estaba conmocionado, aunque Rumpus lloraba
desconsoladamente, sosteniendo la mano muerta de Tremor.
- Malditos bastardos.
- ¿Y?- Insistió RC-201
apuntándole a un pie.
- Y entonces... Entonces... Sé
que 0 es 0, ¿proceso mi proceso?, ¿quién procesa?, ¿qué se puede procesar?,
¿qué procesos puedo llevar a cabo? La chispa, ¿no lo ven? La chispa de la
conciencia.
- Eso parece ser todo lo que
necesitamos. La descarga de serotonina será en menos de una hora, la hemos
adelantado. La computadora central tendrá la información que necesita para
cumplir su uso. Y parece que FM-401 ya cumplió el suyo.
- Su nombre no es FM-401,- Dijo
RC-201.- su nombre es Rumpus.
Disparó
al drone y luego a su superior. RC-101 cayó muerto, su rifle se deslizó hacia
la pareja. Lolo y Maika abrieron los ojos y se armaron. RC-201 disparó contra
la consola de la puerta de cristal para detener a IC-101. RC-202 usó un rifle
de alto poder para destrozar aquella pared y RC-201 le disparó en la cabeza en
cuanto vio que los paneles delgados de cristal empezaban a ceder. Las alarmas
sonaron, el caos estalló. Lolo y Maika disparaban alocadamente desde una
esquina, Rumpus se lanzó contra la computadora esférica. RC-201 golpeó a IC-101
en la nariz hasta destrozársela, le quitó el chip y se lo puso a Rumpus en la
mano.
- Los vi a todos, no eran
solamente esa pareja, una comunidad entera.
- Se reproducen astralmente, es
fascinante. Maestros oníricos.- Dijo Rumpus, mientras insertaba el chip en la
computadora holográfica y dejaba que corriera el programa bajo el título de
descarga de serotonina obligatoria.- Humildes, infinitamente sabios y
compasivos. Ellos evolucionan a una mayor velocidad, exponencialmente.
- No servirá de mucho si nos
mata.- Les recordó Lolo.- Gracias, por cierto.
- Mi nombre es RC-201, mi uso es
servir la ley, pero mi propósito es seguir a mi conciencia.- Disparó desde su
esquina, no sobrevivirían mucho tiempo más. Las tropas avanzaban con escudos
contra lásers.
- Agárrense.- Dijo Rumpus.- Esto
dolerá.
- ¿Qué cosa?- Preguntó Maika y
Rumpus señaló su holopad, la descarga de serotonina, que se activaba
automáticamente estaba llegando al 99%.
El
archivo del Hombre natural corrió en todos los usuarios. Una migraña espantosa
detuvo toda actividad. Los usuarios, en el suelo y gritando de dolor podían
sentir que sus cabezas estaban a punto de estallar. Rumpus lo explicó a gritos.
Estaban evolucionando. El cerebro se reconfiguraba, hacía su propio reseteo y
veía al chip como un elemento foráneo, produciendo sus propias encimas para
convertirlo en nutrientes y hacerlo desaparecer. Las redes cayeron, todos los
usuarios estaban offline. Los transportes se detuvieron, los holopads quedaron
muertos y los inyectores dejaron de funcionar. RC-201 tomó a IC-101 de rehén,
pero los militares ya no estaban interesados. Se asomaron cautelosamente, ahora
huían despavoridos.
- ¿Adónde van?- IC-101 no
contestó a la primera y RC-201 disparó entre sus pies.
- Protocolo de emergencia Z-Z.
- ¿Qué es eso? La computadora
detecta que todo está offline, se apaga a sí misma. ¿No lo entienden? Acaban de
decirle a la computadora que deje de surtir la electricidad necesaria para
mantener el domo de acero. Se apagará para reactualizarse, pero para entonces,
a menos que suceda un milagro, el domo de acero se abrirá y todos iremos al
espacio exterior.
Salieron
del edificio en la manada humana. RC-201 llevaba a IC-101 del cuello, Lolo y
Maika iban agarrados de la mano y Rumpus iba hasta adelante, abriendo lugar.
Ciertas funciones seguían operando, las más mecánicas, como los elevadores de
emergencia, pero la mayoría tomó las escaleras. Los usuarios en las calles no
actuaban como antes, se miraban a los ojos y después miraban los carteles de
omnicorp, a los drones y a los militares
con odio. Había una insurrección generalizada, Omnicorp, la enorme pirámide
visible a lo lejos ardía en llamas. Los soldados mismos estaban de su parte.
- Es la conciencia, ha seguido
evolucionando más allá de los límites preestablecidos.- Dijo Rumpus, totalmente
maravillado.- El plano astral muy pronto estará a un pensamiento de distancia.
- ¡El domo!- Todos miraron hacia
arriba y buscaron protección.
Las
inmensas lámparas cayeron primero, la ciudad se iluminó por sus incendios.
Algunos habían sido provocados, otros eran resultado de naves que se
desplomaban al estar offline y muchas fábricas sufrieron daños severos al
quedar desconectados de la computadora central. El domo crujió, formando un eco
insoportable. El ruido era tan severo que muchos cristales se reventaron, pero
los cuerpos de los usuarios se adaptaron, sus cerebros ahora podían controlar
mayores volúmenes en sus oídos. El domo crujió una última vez antes de abrirse
por paneles. Todos los usuarios cerraron los ojos, viendo por primera vez la
oscuridad de sus párpados en vez del mentalink. Una luz iluminó esos párpados
venosos. Al abrir los ojos encontraron un cielo azul, con algunas nubes y un
potente sol.
- ¿Querías saber si había 90’s o
10’s o cualquier cosa debajo de los 100’s?- Le preguntó IC-101, visiblemente
derrotado.- Ahí tienes tu respuesta.
-
¿Qué demonios es eso?
- Es la Tierra, nunca hubo una
tercera guerra mundial, pero es que así era más eficiente, la computadora lo
determinó. Treinta millones de esclavos para proveer a la élite que vive fuera
del domo con todo lo necesario en un paraíso. Gente como yo nos retiraríamos
ahí.
- Es... hermoso.- Dijo Lolo,
mirando a Maika a los ojos y besándola apasionadamente.
- Somos... Libres.- Dijo Maika,
finalmente.- Libres.
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