Harlan Harris: La broma universal
Por: Sebastián Ohem
La miseria hace rico al miserable y
destroza al pobre. Escucho la voz del inspector Kirby “Eres un policía, no lo
olvides”. No es tan fácil. Prostis, yonquis y ladrones. Todos me conocen. El
pelirrojo con los tatuajes en los nudillos. El facilitador. Respondo únicamente
a Kirby, Inspector de División de Inteligencia. Los demás policías de incógnito
no duermen con los vagabundos para escuchar los rumores. No hacen conexiones de
drogas y armas entre pandilleros. Ola delictiva en Malkin, demasiados jugadores
buscando ángulos para exprimir los centavos de la miseria y hacerse rico. Rick
Kirby siente asco por ello, su guerra particular. Yo creo que es de morirse de
la risa. No he visitado mi oficina de investigador privado, mi tapadera para
recibir mi sueldo. Kirby lava mis pecados siempre que le mantenga informado.
Estoy al tanto de demasiadas noticias, difícil enfocarse en una. Prostis negros
mataron a su proxeneta, alguien está formando un establo. Los chacales vueltos
depredadores. El nuevo proxeneta es Gene Bloom. Paga con heroína. La gran H.
Trato de dejarla pero es como si ella no me dejara a mí. Gene prácticamente
tiene un letrero de neón. Me acerco y sabe quién soy. Va rotando a sus prostis.
Cuando quedan demasiado enganchados, y se les nota, les aparta y consigue
nuevos. Depredador. Tipo corpulento, peludo, anillo de estrella de David. Se
hace al macho alfa. Parte de la cadena alimenticia. ¿Dónde quedo yo? No estoy
en la cadena. Estoy de visita. Estudio a la raza humana. A veces no recuerdo
cómo llegué aquí. A veces sí. A veces me da gracia. A veces me hace llorar.
-
Harlan Harris, ¿correcto?- Le muestro los nudillos. H-A-H-A y H-A-HA.